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Ian Bremmer: “Me preocupa que Biden sea el presidente más débil desde Carter en un momento en que necesitamos alguien fuerte”
Según el cientista político, el presidente electo tendrá problemas para gobernar por la falta de mayoría en el Senado, justo cuando el impacto económico del coronavirus demandará billones de dólares de ayuda.
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Las elecciones presidenciales en Estados Unidos fueron el evento político del año y uno que seguirá dando de qué hablar en 2021, dice categórico Ian Bremmer, presidente de la consultora de riesgo político Eurasia Group. Esto se debe a dos motivos, el primero es la enorme división en el país. "El presidente cuestionó el resultado y dijo que estaba arreglado, que le estaban robando el triunfo. Eso no es cierto, pero un país dividido con información dividida, se hace eco de los temores. Mucha gente lo creerá, por lo que parecerá una elección deslegitimada a los ojos de muchos", explicó el cientista político.
Pero además, estamos en medio de un pandemia, lo que implica que "necesitamos billones de dólares de ayuda. Y no lo vamos a conseguir, porque Biden ganó la presidencia, pero los republicanos ganaron el Senado", aseguró.
- ¿Qué significará esto en términos prácticos?
- Creo que es muy difícil lograr la gobernanza. Quiero decir, Biden habrá ganado por casi 5 millones de votos y no tendrá la capacidad de lograr ninguna agenda de reforma política. Eso es inaudito en cualquier democracia y va a llevar a un sentido de división mucho mayor en el país. La izquierda se enojará porque no podrán aprobar nada y no podrán incluir a sus personas preferidas en el gabinete. La derecha se enojará porque cree que le robaron las elecciones, que están deslegitimadas. Trump seguirá ahí con el megáfono más grande del mundo. Así que creo que está bastante claro que este evento ha generado una incertidumbre enorme, tanto en el país más poderoso del mundo como a nivel internacional.
- ¿Fue determinante el Covid-19 en la victoria de Biden?
- Absolutamente. Quiero decir, si no fuera por el coronavirus y la percepción de que Trump lo ha manejado mal, Trump bien podría haber ganado. Estaría muy cerca. Si nos fijamos en las personas que votaron y dijeron que el coronavirus era el problema más importante, votaron abrumadoramente por Biden. Si miras a las personas que dijeron que la economía era el tema más importante, votaron abrumadoramente por Trump. Y Trump tuvo un desempeño considerablemente peor con las personas mayores en EEUU esta vez que hace cuatro años.
Estas son personas que son mucho más vulnerables a enfermarse y morir de coronavirus.
Trump está diciendo: "oye, abre la economía, no me importa esto, es falso, no es un problema".
Es posible que tú y yo no estemos tan preocupados, pero quienes tienen 80 años están preocupados. Y hay cerca de 250 mil fallecidos como consecuencia de la enfermedad y un número de casos nuevos récord en las últimas semanas.
Trump no sólo manejó mal la crisis, sino que además fue increíblemente desafortunado en el timing. En Brasil, el presidente lo manejó mal, pero sus índices de aprobación han vuelto a subir porque los contagios han caído. Pero la elección llegó en el peor momento posible para Trump. Generalmente en mi país, los presidentes son reelegidos. Tienes que ser muy impopular y también muy desafortunado para perder. Y resulta que Trump era ambos.
- ¿Cree que la relación con China va a cambiar con el nuevo gobierno?
- No mucho. De todos los problemas de política exterior que existen, la orientación hacia China es bastante consistente entre Trump y Biden y, en general, bipartidista en la Cámara y el Senado. Hay una serie de cuestiones en las que los estadounidenses y los chinos no están de acuerdo. No hay confianza mutua en temas domésticos como Hong Kong, la nueva ley de seguridad nacional, Taiwán, el Mar de China Meridional, el abuso de propiedad intelectual, ataques cibernéticos, espionaje industrial, y por supuesto, tecnología, 5G, vigilancia de big data.
Es cierto que Trump ha sido mucho más agresivo al perseguir a China por el coronavirus, llamándolo la gripe de China. Biden no haría eso. Pero Trump dice cosas buenas en general sobre Xi Jinping. Biden lo calificó de matón justo antes de la elección. Quiero decir, creo que la administración de Biden funcionará de una manera más normalizada. Tendrá un grupo más grande de expertos con experiencia en la burocracia que Biden escuchará. Por tanto, no creo que sea tan volátil, pero la orientación política real será muy similar.
- ¿Y habrá cambios en términos de la relación comercial?
- Biden estuvo presente cuando Obama trató de lograr la Asociación Transpacífica (TPP, su sigla en inglés) y Biden la apoya personalmente. Pero creo que está bastante claro que no va a tratar de lograrlo como presidente porque no hay apoyo en el Partido Demócrata o en el país. Biden está menos preocupado por el déficit comercial, no se enfoca en eso, que es una especie de peculiaridad extraña que tiene Trump. A Biden le gustaría eliminar los aranceles que el presidente Trump ha impuesto a China, pero no podrá hacerlo sin algo a cambio de los chinos.
Y no creo que eso suceda pronto. O sea, podría pasar, pero no creo que veamos un gran avance.
Cuando se habla de muchos de los problemas que hicieron que a los estadounidenses les resultara tan difícil hacer un acuerdo comercial con los chinos, tienen que ver con las líneas rojas en una economía capitalista de estado, donde empresas como Huawei son campeones nacionales, no son en realidad entidades del sector privado. Y recientemente vimos lo que pasó con Ant Financial, que es la Fintech financiera más importante del mundo, y estaba a punto de ser la apertura a boIsa más grande del mundo. Y el gobierno chino la suspendió y decidió ir tras Jack Ma. Eso es algo muy importante.
- ¿Cree que Biden será el presidente del país más grande de un nuevo mundo? ¿O cree que cuando salga la vacuna todo volverá a la antigua normalidad?
- Creo que cuando salga la vacuna ayudará a la economía global, pero llevará un tiempo producirla y distribuirla, las primeras vacunas requieren inyecciones de refuerzo, lo que significa el doble de tiempo de fabricación y distribución, y será más difícil conseguir que todos la reciban. Los temas se han politizado, así es que algunas personas no confiarán. Es una enfermedad nueva y una vacuna nueva, así es que algunos no confiarán en ella. Habrá una mejor coordinación porque creo que Biden permanecerá en la Organización Mundial de la Salud y decidirá unirse al acuerdo de Covax, lo que es útil.
Pero incluso si tenemos suerte, estamos hablando de una inmunidad del 60% al 70% en las vacunas en etapa inicial. Eso es si tenemos suerte. Y no tenemos las vacunas hasta que las tenemos. Muchas cosas pueden salir mal. Quiero decir, siento que obtendremos algunas vacunas que funcionarán, pero lo veo como una flecha adicional en la aljaba.
No creo que sea un gran cambio. Lo más importante es el hecho de que las tasas de mortalidad continúan disminuyendo porque hemos aprendido más sobre el virus. A medida que mejoramos los procedimientos de tratamiento, obtenemos un alto flujo de oxígeno para que las personas no tengan que usar ventiladores. Los trasladan al hospital antes porque entienden cuáles son los síntomas. Tenemos los mejores medicamentos y cócteles de anticuerpos antivirales, cosas así. Los números de casos en Europa y EEUU en este momento son números récord, pero la tasa de mortalidad ha disminuido. Eso seguirá sucediendo el año que viene. Y eso debería afectar la forma de pensar acerca de mantener abierta la economía. Obviamente, hay dos cosas que estamos viendo: el impacto de la enfermedad y el impacto de cerrar la economía. Tienes que sopesar esas dos cosas. Si la enfermedad tiene menos impacto en las personas, entonces debería cambiar tu forma de pensar sobre la economía. Espero que eso suceda.
- ¿Cuál será el mayor desafío del nuevo presidente?
- El mayor desafío es lidiar con el coronavirus. Hay una enorme cantidad de personas que se enfrentarán al desempleo. Hay algunos trabajos que no van a volver. A los mercados les va bien, a las empresas de tecnología les va bien. Pero no se va a necesitar el mismo número de personas trabajando en tiendas físicas, en la economía real, el comercio minorista, la aviación y los servicios, entre otros. Pasará algún tiempo antes de que la economía realmente regrese. E incluso cuando lo haga, será con una constelación diferente de empresas que no necesitan tanta mano de obra porque la innovación en la economía se habrá acelerado mucho como consecuencia del coronavirus.
Por lo tanto, habrá que encontrar una manera de ayudar a estas personas. Y no queremos que decenas de millones de estadounidenses sean desalojados de sus hogares o que no paguen la deuda de sus tarjetas de crédito. Pero la capacidad de Biden para obtener ese tipo de apoyo para los estadounidenses más pobres en las regiones pobres de los estados pobres cuando no controla el Senado es extremadamente difícil. Me preocupa que Biden sea el presidente más débil desde Jimmy Carter en un momento en que necesitamos un presidente mucho más fuerte.
El país va a estar mucho más dividido. Esto va a ser difícil. Este no será un momento divertido para ser presidente de EEUU. Me alegro de que Trump se haya ido. No pertenezco a un partido político. Personalmente, creo que Trump no ha sido un líder capaz, competente o apto, así es que es bueno para el país que ya no esté ahí. No ha resuelto ninguna de las desigualdades que hemos tenido. La razón por la que Trump fue elegido fue porque la desigualdad ha estado creciendo durante décadas y no solo la desigualdad económica, sino la desigualdad en la forma en que se trata a las personas, la desigualdad en el Ejército, por ejemplo. La desigualdad de muchas maneras. Y no siento que esto se haya abordado adecuadamente.