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Los jóvenes no están bien: Crece el enojo de la Generación Covid

Una encuesta global de FT muestra que los menores de 30 años están gestando un resentimiento hacia los mayores y sus líderes ante el aumento del desempleo y de las restricciones.

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Por: Federica Cocco | Publicado: Lunes 23 de noviembre de 2020 a las 04:00 hrs.
Foto: Bloomberg
Foto: Bloomberg
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Cuando Mary Finnegan, de 27 años, y su hermana Meg, de 22, dejaron su departamento de Brooklyn para regresar a la casa de sus padres en marzo, se llevaron ropa suficiente para dos semanas. Su estancia se prolongó por meses. "Fue como volver a estudiar en casa: sin niños, sin citas para jugar, sin ningún lugar adonde ir, excepto a casa y a la botillería", dijo Mary a Financial Times.

A medida que la pandemia del coronavirus empeoraba y las universidades cerraban, a Mary y Meg se les sumaron otros tres hermanos, convirtiendo la casa de cuatro dormitorios de los padres en Nueva Jersey en un "comedor, una panadería y un gimnasio", según su madre Lori.

Los Finnegan se encuentran entre los millones de adultos jóvenes de todo el mundo que se han mudado con sus padres desde el estallido del Covid-19. En Estados Unidos, la proporción de jóvenes de 18 a 29 años que vive en casa es la más alta jamás registrada.

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Si bien tienen menos riesgo de desarrollar formas graves de Covid-19, los estudiantes y trabajadores jóvenes están sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia con más severidad que otros grupos, según muestran los datos. La pandemia también ha amplificado tendencias anteriores, como los bajos salarios, los mercados laborales estancados y el aumento de la deuda estudiantil.

Una encuesta global de FT, a la que respondieron más de 800 personas de entre 16 y 30 años, muestra que estas dificultades se están traduciendo en un creciente resentimiento hacia las generaciones mayores, que están en mejor situación y tienen una mayor influencia política.

"No estamos juntos en esto, los millennials se llevan la peor parte del sacrificio", dijo Polina R, de 30 años, de Montreal, Canadá.

Esto es lo que le contaron a FT sobre sus experiencias durante la pandemia.

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"Siento que no valgo nada"

Desde que se graduó en agosto, Juyeon Lee, un joven de 25 años de Daegu, Corea del Sur, ha presentado docenas de postulaciones a empleos. Aunque ha tenido algunas entrevistas, se ha puesto nerviosa por la disminución del número de vacantes.

"No quiero infectarme porque si lo hago, la búsqueda de trabajo sería más difícil... Siento que no valgo nada y que nunca obtendré un trabajo adecuado a pesar de que era una graduada segura cuando tenía entrevistas", lamentó.

Las personas de 25 años o menos tienen 2,5 veces más probabilidades de quedarse sin trabajo debido a la pandemia que el grupo de 26 a 64 años, según la OCDE. Los estudios también han demostrado que graduarse durante una recesión puede tener un efecto negativo en los sueldos.

Entre las personas que todavía trabajan, casi la mitad informó una reducción en los ingresos, siendo las mujeres jóvenes y las que tienen trabajos peor remunerados las más afectadas, según la OCDE y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Muchos de los que escribieron a FT dijeron que tendrían que echar mano a sus ahorros.

En el mundo en desarrollo, el desempleo a menudo significa que ya no puedes mantener a varias generaciones de dependientes: Komal Kadam, de 28 años, de Maharashtra, India, era la única de la familia que ganaba dinero hasta que perdió su trabajo en marzo. "Le tengo miedo a todo... ¿Puedo conseguir un nuevo trabajo? ¿Cómo pagaré mis créditos? [Hay] muchas cosas en mi mente", confesó.

"Me niego a dejar de disfrutar la vida"

Muchos encuestados dijeron que tenían miedo de contraer o transmitir el virus, pero otros admitieron una actitud más indiferente, un comportamiento que ha sido criticado por los líderes políticos como una de las razones del resurgimiento de la pandemia en Europa y EEUU después del verano (boreal).

Durante el peak de la cuarentena en la primavera, Polina, de Montreal, invitó a amigos. "No seguí las recomendaciones", dijo. "Viajé fuera del país dos veces y he ido a bares, restaurantes y teatros una docena de veces. "Mi tolerancia al riesgo es alta y me niego a dejar de disfrutar la vida cuando nadie tiene un plan y las personas en el poder no se están jugando nada".

En muchos lugares, especialmente en EEUU, pero también en Europa y el sur de Asia, muchos encuestados señalaron que a menudo eran las personas mayores las que desafiaban las regulaciones de salud pública. "Las generaciones mayores creen todo lo que les dice Internet. Están mal guiados por los reenvíos de WhatsApp y los videos de YouTube", señaló Ajitha, de 28 años, de Chennai, India.

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"Se nos culpa a todos por una crisis de liderazgo"

Muchos encuestados dijeron que estaban perdiendo la fe en sus líderes y sentían que la pandemia se había manejado mal, con la excepción de algunos europeos y encuestados de partes de Asia. "Se nos culpa a todos por una crisis de liderazgo", dijo Anthony, de 23 años, de Annecy, Francia.

Desde la mesa de su cocina-oficina en Sao Paulo, Brasil, Danilo Ventura, de 29 años, ha visto a su país pasar por tres ministros de Salud diferentes desde el inicio de la pandemia. "El mundo decía A y la política brasileña gritaba Z", señaló. Esa falta de dirección pasó factura: Brasil tiene el segundo peor número de muertos del mundo después de EEUU. Danilo y su esposa se pusieron en cuarentena, a pesar de que el presidente, Jair Bolsonaro, asistió a eventos multitudinarios.

La confianza en el gobierno entre los jóvenes ha disminuido en todo el mundo desarrollado desde 2016, según la OCDE. "Su confianza en las instituciones públicas y su percepción de tener influencia política y representación en la toma de decisiones se ha estancado", indicó Elsa Pilichowski, quien dirige la Dirección de Gobernanza Pública de la OCDE.

En EEUU y el Reino Unido, en particular, muchos afirmaron que sentían que el gobierno había sido inconsistente y lento para actuar. "Los aeropuertos estuvieron abiertos demasiado tiempo. El mensaje sobre las mascarillas fue una vergüenza. Nunca tuve una hasta mediados de junio", dijo John, de 28 años, de Glasgow, Escocia.

La pandemia ha profundizado el desencanto político, según Naumi Haque, vicepresidente senior de investigación de Ipsos. "La Generación Z y los millennials tienen más probabilidades de sentir que las cosas en su país están fuera de control en este momento que las generaciones anteriores", explicó.

"Muchos sentimientos difíciles"

Muchos aseguraron que habían pensado en hacerse daño a sí mismos. "El desempleo, las dificultades de salud mental y la incertidumbre sobre cuándo terminará todo esto hacen que el panorama sea bastante desesperante", dijo James, de 30 años, de Londres. "En un momento consideré el suicidio", agregó.

Los especialistas en salud pública han advertido que el impacto de la pandemia en la salud mental durará más que el virus, ya que millones de personas afrontan la depresión, ansiedad y aislamiento. Los estudios realizados en el Reino Unido y EEUU demostraron que las personas de 18 a 29 años experimentaron un mayor nivel de angustia en comparación con otros grupos de edad durante este período.

De vuelta en Nueva Jersey, cinco de los 10 hijos de la familia Finnegan han comenzado a ir a terapia desde que comenzó la pandemia.

María Rodríguez, de 25 años, originaria de España, pero que vive en Cracovia, Polonia, que decidió arriesgarse a contraer el Covid-19 en lugar de caer en depresión debido al aislamiento."No tengo miedo de ir a cafés y [conocer] a varias personas, ya que no enfermaré a mi familia", relató. "Elegí mi salud mental sobre el Covid".

En mayo, Ola Demkowicz, profesora de psicología de la educación en la Universidad de Manchester, encuestó a cientos de adolescentes en el Reino Unido. Muchos de ellos describieron haber experimentado "muchos sentimientos muy difíciles e intensos" mientras se adaptaban a la incertidumbre en sus vidas. "Para aquellos con dificultades de salud mental existentes, esto parece haber sido un gran desafío", explicó.

"Una puerta a muchos nuevos horizontes"

Sin embargo, varios encuestados dijeron que la pandemia les había permitido volver a conectarse con sus familias y la naturaleza, además de tachar cosas de su lista de deseos.

Joshua, de 26 años, del Reino Unido, indicó que una mañana de agosto agarró su auto y se dirigió a España, dejando atrás un pequeño departamento y un ambiente de oficina tóxico.

"Ahora gasto para mí menos de un tercio de mi sueldo en un departamento de tres habitaciones junto al mar. Me han visitado un par de amigos, pero sobre todo vivo la vida de soltero socialmente distante", expresó.

En febrero, investigadores de Tailandia observaron a un grupo de estudiantes universitarios en Wuhan, China, donde se originó el virus, para averiguar cómo estaban enfrentando la cuarentena. Descubrieron que varios de ellos estaban reaccionando con resiliencia.

Demkowicz encontró evidencia similar en el Reino Unido: el primer encierro brindó a los adolescentes la oportunidad de decidir cómo estructurar su día libre de las obligaciones sociales y el trabajo escolar: "Podían explorar lo que querían de la vida y encontrar formas de crecer y desarrollarse y reevaluar las direcciones que estaban tomando", afirmó.

Anders Furze, de 30 años, de Albury, Australia, compartió su reflexión: "Salía cinco noches a la semana: cenando, asistiendo a proyecciones de películas, espectáculos de teatro". Replanteó su carrera y se matriculó en un posgrado en derecho. "Se siente como si estuviera abriendo una puerta a muchos nuevos horizontes", contó.