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Alto contrasteDistintas señales comienzan a sugerir que Brasil probablemente será un factor de preocupación para los agentes económicos tanto locales como también del resto del mundo, incluido Chile.
Primero, lo que se ha ido consolidando con el correr de las últimas semanas, está el propio rendimiento de la economía del gigante sudamericano durante 2012. La visión oficial y la privada -aún más crítica- suponen que el Producto Interno Bruto (PIB) de la citada nación apenas se movió en torno al 1% el año pasado. Una cifra distante del resultado previsto inicialmente.
Y las mejores expectativas para 2013 se están topando con problemas adicionales, como es el riesgo de un racionamiento eléctrico. Si bien esta situación fue desestimada por las autoridades de gobierno, es un hecho que las empresas están preparándose para eventuales restricciones dada la sequía y sus efectos. De hecho, las reservas de agua en las principales centrales están en nivel mínimo y en algunas regiones incluso por debajo del límite considerado crítico.
El riesgo es que obviamente la constatación de problemas de suministro golpeen al aparato productivo y, con ello, el crecimiento de un socio comercial relevante para Chile y el resto de la región.
