A contar de ayer el mercado local del trigo volvió a contar con un poder comprador estatal, mediante la intervención de la Comercializadora de Trigo S.A. (Cotrisa), una empresa filial de Corfo, cuya misión está en proceso de reformulación (según consigna en su página web) y que en 20 años de gobierno concertacionista sólo cumplió este rol durante dos temporadas.
La intervención de Cotrisa era muy esperada por un mercado productor local ampliamente dominado por empresarios de menor tamaño, luego que el propio gobierno comprometiera su disposición a ejercer este poder de compra. No obstante, las limitaciones del plan propuesto por Cotrisa -un máximo de 350 quintales para pequeños agricultores que sembraron con créditos de Indap- han dejado insatisfecho a un amplio margen de productores. Tampoco el precio de referencia de $ 15.400, acusan, servirá para constituir un valor de referencia para el resto de los compradores a nivel nacional.
Transcurridas, al menos, tres semanas desde el inicio de la cosecha 2011, el anuncio de Cotrisa se conoce tarde y es recibido con poco entusiasmo, como han dejado en claro incluso parlamentarios del oficialismo. Advierten que los anuncios presidenciales incorporados en el programa de gobierno, en el Mensaje del 21 de mayo y en los discursos de San Carlos y Enagro 2010, habían calado hondo en el sentir campesino y no descartan que más de algún empresario se inclinara por sembrar trigo confiado, precisamente, en esa futura intervención de Cotrisa.
Por lo pronto, la limitación de asistencia a los productores financiados por Indap es injusta para aquellos que, siendo del mismo tamaño, optaron por invertir ahorros o destinaron recursos de otras fuentes para solventar su siembra.
Pero eso no es todo. En el transfondo de la discusión subsiste la interrogante respecto a la percepción del gobierno sobre el funcionamiento del mercado del cereal y, en específico, de Cotrisa. Porque con su decisión de intervenir, deja entrever que se trata de una actividad donde subsisten anomalías que afectan, al menos, a los pequeños productores. Para apoyarlos, sin embargo, niega recursos que estarían aprobados en la propia Ley de Presupuesto y opta por capitalizar utilidades retenidas de la propia estatal, exigiendo de paso que ésta mantenga números azules a pesar de sus limitadas condiciones de operación.
Quizá ese proceso de reformulación que anuncia la web de Cotrisa sea lo más prudente para resolver las inquietudes. Lástima, eso sí, que la cosecha ya está en plena marcha.