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Alto contrasteGasto fiscal
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció ayer una reducción en el crecimiento efectivo del gasto público previsto para este año...
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció ayer una reducción en el crecimiento efectivo del gasto público previsto para este año. Acorde con lo informado, dicha variable se expandirá ahora en torno a 5% y no a la tasa de 5,5% considerada en la Ley de Presupuestos.
Se trata de un ajuste entre US$ 750 millones y US$ 800 millones -o un 0,4% del PIB- que afectará a todos los ministerios a través de ítemes como horas extras, honorarios, viáticos, materiales de oficina, telefonía, publicidad y difusión, pasajes, viajes, arriendo de vehículos, gastos de representación y consumo eléctrico, entre otros.
Lo clave, como lo destacó el secretario de Estado, es anticiparse a los negativos efectos que podrían tener sobre el actual dinamismo de la economía y la creación de empleo las presiones que hoy existen sobre variables como la inflación, las tasas de interés y el tipo de cambio. Todos factores que, al final del día -repararon en Hacienda-, afectan especialmente a las personas de menores recursos, a las PYME y al sector exportador.
Precisamente, este cuadro de incrementos en los precios, no sólo en el país sino que también en el exterior -sobre todo en el ámbito de los combustibles y alimentos-, había despertado la inquietud entre reconocidos economistas locales, quienes veían como necesario el anuncio de un recorte fiscal. Esto, puesto que Chile venía de una etapa expansiva tanto de gasto público como de tasas de interés, lo que coincidía con el repunte de la actividad y la persistencia de un alto precio del cobre, con el corolario de un alicaído nivel de dólar.
La preocupación, en este contexto, era que el gobierno había programado para 2011 un aumento del gasto público de 5,5%, es decir, una cifra algo inferior a la proyección de crecimiento de 6% planteada para el año. Pero dada la subejecución del Presupuesto 2010, el incremento efectivo amenazaba con situarse por sobre el PIB y, por esa vía, presionar los precios internos.
A la luz de lo anterior, el paso dado por Hacienda representa una positiva señal. La duda que queda es su real impacto, puesto que la situación es distinta ya sea que se compare con el incremento del gasto efectivo (7%) o el presupuestado del año pasado (7,8%).
Por lo mismo, es fundamental hacer el monitoreo respectivo para corroborar si el aporte del fisco es suficiente para ayudar a contener la trayectoria de los precios internos. O, de lo contrario, como lo expuso el ministro de Hacienda, se requieren otras medidas para ayudar a que en el país conviva una inflación baja y estable, con tasas de interés acotadas y un tipo de cambio competitivo.
