Por qué fumar puede ser causa de despido
Pilita Clark
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Pilita Clark
Cuando los historiadores analicen la naturaleza del trabajo en la segunda mitad de 2021, encontrarán algunos desarrollos extraños. El presidente de Estados Unidos ordenó a las grandes empresas que insistan en que su personal se vacune contra un virus o se someta a pruebas semanales. Los bancos de Wall Street prohibieron la entrada a sus instalaciones en EEUU a personas que no han recibido la vacuna. Amazon ofreció a los trabajadores del Reino Unido un bono semanal de 50 libras (US$ 70) si logran llegar al trabajo a tiempo.
Sin embargo, la medida que más me sorprendió se produjo en Japón, donde la firma de corretaje Nomura acaba de decir que prohibirá que el personal fume en el trabajo, incluso cuando, como dice un titular del Daily Mail, están "trabajando desde CASA". Comparto la consternación del Mail. Fumar es un hábito nocivo, pero también es una adicción. El hecho de que un jefe pueda decir que la gente no puede fumar dentro de sus propias casas, donde hacen muchas otras cosas imprudentes, pero legales, cruza un umbral.
Otras compañías en Japón han tomado medidas audaces para evitar que su personal fume, pero no imaginé que sería fácil o legal para una compañía británica prohibirlo en casa. El movimiento masivo para trabajar desde casa puede haber cambiado la situación. No podemos saber con certeza si tal prohibición es legal, porque aún no se ha probado en los tribunales, dice Jo Mackie, directora de empleo en Londres en el bufete de abogados Slater and Gordon.
"Sin embargo, creo que va a ser posible", me comentó.
Los empleadores ya tenían el deber legal de proteger la salud y la seguridad de sus trabajadores incluso antes de la pandemia. Ese deber continuó a pesar del Covid, razón por la cual muchos empleadores británicos han estado verificando que el personal en casa tenga una silla decente y una computadora portátil a la altura de los ojos.
Si el trabajo a domicilio está aquí para quedarse, lo cual parece probable, Mackie cree que un empleador podría argumentar con éxito que, dado que la ley prohíbe fumar en un espacio sustancialmente cerrado en un lugar de trabajo, la habitación en la que una persona trabaja en casa también debería estar libre de humo.
"Esto provocará que la gente se sienta infeliz", dice, pero no evitará que salgan a fumarse un cigarrillo. La gran pregunta es hasta qué punto la ley define una oficina en casa como un lugar de trabajo y, como dice Mackie, "después de una pandemia, es una línea mucho más borrosa de lo que solía ser".
Nada de esto importa si trabajas en un lugar como la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En 2005 la OMS anunció que tenía una nueva política de contratación: los fumadores no son bienvenidos como empleados.
La regla sigue en pie, me dijo la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hace unos días. A cualquier persona que solicite un trabajo en línea se le pregunta si fuma o usa productos de tabaco, y si seguiría haciéndolo si fuera contratada. Si la respuesta a ambas preguntas es "sí", el postulante está fuera. Cualquiera que mienta sobre fumar y sea contratado enfrenta una acción disciplinaria si alguna vez es descubierto.
Uno puede ver por qué una agencia de salud global haría todo lo posible para erradicar el tabaco, una de las principales causas de muerte prevenible que cada año mata a más de 8 millones de personas en todo el mundo. Pero, ¿por qué lo haría una empresa de mudanzas?.
En EEUU, el año pasado, la empresa de almacenamiento y mudanzas U-Haul se convirtió en uno de los primeros grupos importantes de su sector en declarar que ya no contrataría a "usuarios de nicotina". La empresa emplea a más de 30 mil personas en EEUU y Canadá, y dijo que la nueva política era parte de un esfuerzo por promover una cultura de bienestar, "con el objetivo de ayudar a los miembros de nuestro equipo en su camino hacia la salud".
Estas jornadas hacia la salud sólo se están llevando a cabo en los 21 estados de EEUU que permiten tal prohibición de contratación, y U-Haul ofrece ayuda al personal actual para dejar de fumar. Pero teniendo en cuenta que fumar es una adicción que aflige de manera abrumadora a los pobres y desfavorecidos, incluso algunos activistas contra el tabaquismo se sienten incómodos ante tales medidas.
"En los viejos tiempos, todo el mundo fumaba", dice Deborah Arnott, directora ejecutiva de la organización benéfica Action on Smoking and Health del Reino Unido. Eso ha cambiado, agrega, y bloquear el trabajo de las personas más pobres o con menos educación porque fuman "no parece correcto ni justo". Es mejor que los jefes ayuden al personal a dejar de fumar, en lugar de intimidarlos o negarse a contratarlos. Estoy de acuerdo. Fumar es un flagelo y cuanto antes se acabe, mejor. Pero cuando se trata de eliminarlo en el trabajo, los empleadores deben actuar con mucho cuidado.