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Columnistas

Menor precio de la energía afecta positivamente a toda la economía, pero no es suficiente

César Pérez-Novoa

Por: Equipo DF

Publicado: Martes 18 de noviembre de 2014 a las 05:00 hrs.

César Pérez-Novoa

La caída de los precios del barril de petróleo WTI (21% año a la fecha y 29% desde julio) ha descomprimido con claridad algunos riesgos para la economía, el tipo de cambio y los activos financieros locales. Por otra parte, aunque el país importó más de 300.000 barriles diarios de petróleo y derivados en 2013 (20% de sus importaciones totales, es decir, la flexibilización actual es positiva), esto no es suficiente para mejorar nuestra visión neutral sobre Chile.

Importando un 95% de sus requerimientos de hidrocarburos, somos probablemente la economía de Latinoamérica que más se beneficia de los menores precios del petróleo. Con un 13% de la canasta del IPC relacionada a esta materia prima, una baja en el costo aumenta el ingreso disponible. Una caída de un 25% en el precio del petróleo se traduce en una disminución de un 12,5% en los precios de la gasolina, lo cual aumenta los salarios reales en cerca de un 0,5%.

Aún más importante, el mantenimiento de los valores del crudo en el nivel actual se traduciría -en teoría- en una mayor libertad de acción por parte del Banco Central (BC) para realizar una flexibilización debido a que previamente las cifras de desaceleración macroeconómica aumentaron la posibilidad de estímulos monetarios. El caso base de nuestro equipo macroeconómico ve algo de espacio para recortes, con una TPM de 2,5% a finales del 2014 (desde un 3% en la actualidad). Sin embargo, la marcada huella inflacionaria (+1% intermensual en octubre) arroja algunas dudas sobre la voluntad del BC para moverse en el corto plazo. Respecto del dólar, el factor petróleo daría como resultado una mejora para el peso chileno en torno a un 2% en términos de intercambio.

Sector por sector, los mayores consumidores de petróleo/electricidad son Transporte (32%), seguido por Industria (20%), Minería (18%) y Bebestibles (16%). Las eléctricas utilizan principalmente gas (GNL), combustibles sólidos o generación hidroeléctrica, por lo que el diesel pasa a ser menos relevante en el mix de generación actual.

En cuanto a la renta variable, el 41,8% de las empresas que componen el IPSA tiene más de un 15% de sus costos expuestos al petróleo. Con la caída del combustible industrial, las acciones mayormente favorecidas están en el mar y en el aire: LATAM Airlines, con un 34% de sus costos generados directamente por el petróleo y Vapores (CSAV) con un 19% en el segundo trimestre del 2014.

Los papeles mineros también se verían beneficiados liderados por Antofagasta, mientras que las manufactureras -incluyendo a las industrias de transporte- enfrentarían menores costos. Copec (representante de 9,1% del IPSA) es importador de petróleo, sin embargo, su driver más relevante es la gestión de inventario/FIFO más que el costo del hidrocarburo. En tanto GeoPark, se vería afectada por estar directamente expuesta a las oscilaciones de precios.

El consumidor -con un mayor ingreso disponible- es el mayor beneficiario final, por lo que las acciones de consumo interno representan al principal sector donde se podrían obtener ganancias: esperamos una inflación a 12 meses de 2,6% para finales de 2015, aunque esto podría cambiar si es que los precios del petróleo logran mantenerse en su nivel actual.

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