Candidaturas que desinforman
Luis Felipe Lagos M. Economista, consultor
- T+
- T-
Luis Felipe Lagos
Hay candidatos y asesores que desinforman respecto a varios temas, dejando a la población confundida y, en algunos casos, engañada.
Un ejemplo son las pensiones. Las candidaturas de centroizquierda e izquierda extrema han hecho suyo el discurso de que Chile no tiene un sistema previsional porque, según ellos, no hay un fondo colectivo dedicado a la solidaridad. La candidata Provoste, que supuestamente debiera ser más moderada al ser representante de la centroizquierda, ha llegado al extremo de decir que la capitalización individual no fue creada para dar pensiones, sino que para financiar a las grandes empresas.
Por cierto, Chile sí tiene un sistema previsional mixto, donde la solidaridad se manifiesta en las pensiones básicas y el aporte previsional solidario para los que tienen ahorro insuficiente. Estas pensiones han crecido recientemente en un 50% y una nueva iniciativa legislativa amplía la cobertura al 80% de la población, e incrementa la pensión a la línea de pobreza: $ 177.000. La solidaridad se financia con impuestos generales, lo que es más eficiente y progresivo que hacerlo con un impuesto al trabajo (cotizaciones), como ellos proponen en un sistema de reparto financieramente insostenible.
En un sistema de ahorro y capitalización, los fondos deben ser invertidos para maximizar la rentabilidad de ellos, dado un nivel de riesgo. Así el sistema ha permitido desarrollar el mercado de capitales y financiero al Fisco, la infraestructura, el crédito hipotecario y empresas. Por sus efectos en ahorro e inversión, empleo, productividad y profundización financiera, el sistema de pensiones ha aportado 0,4 puntos porcentuales al crecimiento promedio de 1982-2012 (Corbo y Schmidt-Hebbel 2003, y Acuña 2013). La capitalización individual no sólo ha otorgado pensiones, sino que ha contribuido al fortalecimiento de la economía y bienestar de la población.
Las candidaturas repiten que el sistema previsional ha fracasado; se atribuye a las administradoras las bajas pensiones. No se dice que ello se debe al bajo ahorro; la nula fiscalización del pago de cotizaciones; las lagunas previsionales; la baja tasa de cotización y aumento de la esperanza de vida.
Se apoyan retiros de ahorro previsional, asegurando que un cambio de sistema permitirá otorgar mayores pensiones. No se hacen cargo de la disminución de los fondos por cerca de US$ 67.000 millones, incluyendo un cuarto retiro, que no podrá ser recuperada; a menos que “echen mano” a los fondos acumulados que quedan en las cuentas.
Proponen una entidad estatal monopólica para administrar cuentas y gestionar inversiones; afirman que se respetarán los derechos de propiedad del ahorro acumulado en una cuenta nocional (sólo un registro). Nada se dice de los posibles incentivos para el uso político de esos fondos. Tampoco se reconoce que los fondos pueden expropiarse al destinar las inversiones del fondo colectivo a financiar deuda de gobierno u otras empresas locales, sacrificando su retorno al impedir la diversificación internacional de las inversiones.
Para financiar los mayores gastos en pensiones, salud, educación, vivienda se considera un alza en la tributación entre 5% -8,5% del PIB. Esto, en una economía virtualmente estancada, con crecimiento de tendencia, según nuestra estimación, de 1,5% -1,7%, y sin aclararnos como se fortalece el crecimiento, nos lleva a una situación fiscal insostenible.
En pocas palabras, candidaturas que desinforman y decepcionan.