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Alto contrasteLos 10 mandamientos de Trump
JORGE SAHD K. Director Centro de Estudios Internacionales UC
economía internacional
Jorge Sahd
Con Trump, las relaciones internacionales se personalizaron. No importa la historia, los aliados ni las instituciones, lo que hace impredecible y disruptiva la política exterior de EE.UU. Hay que mirar los 10 mandamientos del Presidente.
1. No importa la relación, sino el resultado. En sus primeras semanas, ha demostrado que su único objetivo es mostrar resultados y rápidos, más allá del costo y su sostenibilidad. Pérdida de soberanía de Ucrania, fortalecimiento de Rusia o la desafección de la UE son ejemplos.
2. No existen aliados ni adversarios, sino ganadores y perdedores. Al ignorar alianzas históricas -como la transatlántica con Europa-, el eje que define la relaciones es estar de lado de los “ganadores”. Trump siempre busca proyectar una imagen de éxito, lo mismo para su país. En esa visión, los débiles son inútiles.
3. El fin justifica los medios. Calificar de dictador a Zelensky o relativizar a Putin como el agresor; proponer un desplazamiento forzado de más de dos millones de palestinos de Gaza; o amenazar tomar el control del Canal de Panamá para reducir la influencia de China, son síntomas de un liderazgo capaz de pasar por alto principios fundamentales con tal de lograr el objetivo.
4. El largo plazo no importa; sólo copar la agenda pública. Muchos analistas nos preguntamos en qué terminará esta conducción transaccional de la política exterior. Un día se anuncia un arancel, al otro se reversa. Como un mago de las comunicaciones, lo relevante es estar en la agenda pública. Las consecuencias son un cuento aparte.
5. El sistema internacional es parte del problema, no de la solución. La carta de la ONU, los organismos internacionales como la OTAN o la Organización Mundial de Comercio y el derecho internacional son expresión del pasado. Un orden internacional basado en la fuerza más que en las reglas.
6. Los aranceles hacen grande a EE.UU., los impuestos dañan a las empresas. Autodenominado “the tariff man”, Trump rememora la idea de proteccionismo económico del Presidente William McKinley. Da igual si se aplican a los principales socios comerciales y para objetivos no comerciales. El alza de aranceles compensaría la menor recaudación fiscal por la baja de impuestos, aunque los números no den.
7. La incertidumbre genera miedo y el miedo, debilidad. Trump es impredecible y eso genera noticia. Sus idas y venidas en temas económicos y de seguridad generan un escenario de volatilidad que intenta aprovechar, pero a la vez desconfianza que ya comienza a castigar Wall Street.
8. Los hechos no cuentan, sino la percepción que generan. Mentir sobre el nivel de aprobación de Zelensky o inflar la cifra del aporte de EEUU en la guerra, son parte de un paisaje donde la evidencia no importa, sino reafirmar la percepción de que el mundo está abusando de EEUU y eso daña el interés de los ciudadanos.
9. El nacionalismo económico genera adhesión política. La propuesta económica de Trump no puede calificarse de derecha o izquierda. La baja de impuestos para estimular la inversión parece una buena idea, pero los aranceles son la antítesis de lo que un liberal económico propondría. Por lo tanto, el objetivo no es solo económico, sino político.
10. El “antisistema” es el nuevo sistema. Trump no puede medirse con la lupa tradicional. El estilo populista e impulsivo, incluso llegando al insulto, es celebrado por una parte de la población “furiosa” del establishment político.
