El cálculo de China sobre la guerra de Ucrania
Rana Foroohar© 2022 The Financial Times Ltd.
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Rana Foroohar© 2022 The Financial Times Ltd.
A fines de la semana pasada, Joe Biden Y Xi Jinping tuvieron una llamada de alto riesgo sobre el futuro de la guerra de Rusia en Ucrania. Biden dejó en claro que si China le ofrece ayuda económica o militar a Rusia, Estados Unidos “no dudaría en imponer costos”, probablemente con sanciones secundarias, aranceles y medidas similares. Es una advertencia que vale la pena hacer: lo que China haga en este momento, absolutamente sentará las bases para la geopolítica en los próximos años.
Si bien China no ha ayudado explícitamente al presidente ruso Vladimir Putin (aparte de hacer nuevos acuerdos de gas y eliminar una prohibición de exportación de granos de Rusia al comienzo de la guerra), tampoco ha condenado a Rusia. Dice que quiere un final rápido del "conflicto", pero tampoco está utilizando ninguna influencia detrás de escena con Rusia para poner fin a la guerra, al menos no que nadie pueda ver.
Beijing también está impulsando una línea (a través de documentos traducidos que están circulando entre la prensa occidental y los intelectuales públicos) de que EEUU será el mayor ganador de este conflicto. Tal vez, pero sólo si Biden es lo suficientemente fuerte como para desvelar las verdaderas intenciones de Putin y mantener a Europa unida. Eso podría significar moverse hacia la idea de que los aviones de la OTAN y otras fuerzas podrían usarse en Ucrania. Claramente, no quiero la tercera guerra mundial. Pero también creo que todos los autócratas del mundo, especialmente Xi, están observando muy de cerca lo que está sucediendo. Tal vez convenga llamar el farol de Putin lo antes posible.
China tiene mucho en riesgo aquí. Tuve una conversación el viernes pasado con la experta en China, Diana Choyleva, economista jefe y fundadora de Enodo Economics y una respetada experta en la lectura de las hojas de té de Beijing. Su opinión fue que los chinos y los rusos no son aliados naturales, y que Putin quizás había engatusado a Xi con todo el trato de "amistad sin límites" antes de la guerra, que ahora pone a Beijing en un aprieto. También señaló que, si bien los estadounidenses aman a los desvalidos, los chinos tradicionalmente no comparten ese sentimiento. De hecho, Xi podría estar más dispuesto a apoyar a una Rusia más fuerte, que ayudar al país débil en el que se ha convertido.
Además, los chinos perciben que los demócratas estadounidenses son generalmente más débiles que los republicanos, y que EEUU está en un declive inexorable (ninguno de los dos es necesariamente cierto). Si bien Ucrania podría presentar una oportunidad para que los chinos anexen Taiwán si existe la sensación de que EEUU y Europa son insípidos y carecen de un frente unido, tal vez Beijing decida que éste es el momento de hacer un movimiento en la isla. Mejor ahora, dice esa línea de pensamiento, que en 2024, cuando podría tener a Donald Trump o Mike Pompeo en el cargo como presidente de EEUU.
Pero si el presidente Biden y los europeos juntos solidifican su compromiso, develan las verdaderas intenciones de Putin y le dejan claro a Beijing que hay una nueva línea en la arena, tal vez China deje a un lado el tema de Taiwán por ahora, y todos (excepto Putin, por supuesto) terminen en una mejor posición. No hace falta decir que éste es un momento de crisis con riesgos increíblemente altos.