DF Tax | Menos evasión tributaria, más recursos para los afectados por la crisis sanitaria
Eduardo Durán, diputado de Renovación Nacional.
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Eduardo Durán
Tal como lo han manifestado la OCDE y el FMI, las políticas fiscales juegan un rol fundamental en pandemia, siendo esenciales para proteger a los más afectados. Es claro que no se deben obviar las condiciones financieras en las cuales nos encontramos, pero también es imperioso promover estímulos fiscales que permitan la reactivación económica con miras a proteger a los más perjudicados por la crisis.
Debemos ir en búsqueda de medidas que generen nuevos ingresos fiscales y, en tal sentido, hay una materia de la cual no se ha hablado mucho en estos tiempos: la disminución de la evasión y elusión fiscal para aumentar la recaudación.
La Cepal (Panorama Fiscal de América Latina y el Caribe, 2020) estima que la región perdió US$ 325.000 millones –equivalente al 6,1% del PIB– en 2018 por incumplimiento tributario. Estimaciones recientes del exdirector del SII, Michel Jorratt, dan cuenta que la evasión en 2017 en nuestro país equivale a la cifra de US$ 21.500 millones anuales, recursos que perfectamente podrían destinarse para financiar políticas públicas que vayan en directo beneficio de todos quienes han sido fuertemente afectados por esta pandemia.
La evasión no es sólo un problema de disponibilidad de recursos públicos, sino que también afecta a la legitimidad del sistema, pues es un atentado contra la eficiencia y la equidad entre los contribuyentes.
Es hora de ponerle el cascabel al gato, centrando todos los esfuerzos en abordar la problemática de la evasión de impuestos. No basta con una reorientación del sistema tributario si es que este saqueo al Estado se sigue produciendo.
En ese sentido, sería bueno pensar estudiar el empleo de la sinergia de cooperación internacional en materia tributaria, por ejemplo, a través del uso de servicios internacionales de transparencia financiera como los que ofrece la OCDE, lo que trae aparejado una disminución importante de este gran mal. Usamos a la OCDE de referencia y se nos olvida que en esta materia hay muchas recomendaciones seguidas por diversos países que la conforman.
Por otro lado, sería interesante revisar lo que ocurre en otros países respecto al secretismo en materia tributaria, por ejemplo, Suecia o Finlandia donde es mucho más fácil averiguar cuánto paga por impuesto cada ciudadano. Finalmente, una mayor fiscalización requiere de dotar con los recursos y atribuciones suficientes al SII y el Servicio de Aduanas, así como también revisar los incentivos que producen las sanciones. La evasión tributaria debe tener fiscalización y sanción ejemplares.
Una mayor vigilancia y reducción de este delito nos permitirán tener más fondos disponibles para que como país podamos sobreponernos a estos tiempos complicados.