El clima para hacer negocios no es de los mejores. Esa es una percepción compartida en los círculos del poder económico mundial. Por eso no es extraño que la cumbre del World Bussiness Councial for Sustainable Development (WBCSD) que sesionó esta semana en Montreaux, Suiza, haya asumido el lema “Visión-Acción” como impulsó para que sus miembros, 200 empresas entre las más grandes del orbe, apuren el paso en la generación de soluciones para desafíos que van más allá de sus utilidades.
“Llevamos más de 40 años hablando de desarrollo sustentable, pero ¿qué progreso hemos logrado? Admitamos que no ha habido suficiente avance”, se escuchó. El presidente del WBCSD, Peter Bakker, dijo que “los empresarios tenemos que escuchar lo que los científicos nos están diciendo, incorporar el conocimiento sobre las Fronteras Planetarias al establecer prioridades y encontrar un marco que nos guíe hacia soluciones para las tensiones sociales en el mundo”. En su visión, estamos en una etapa de “adolescencia turbulenta”, que conjuga una “mezcla tóxica” de eventos relacionados, tales como crisis económica, agitación social y un severo cambio climático.
Peter Baker llega la próxima semana a Chile invitado al Encuentro Anual de Socios de Acción RSE, representante del WBCSD en el país, que reúne a 170 empresas socias. Además, sostendrá reuniones con empresarios de alta influencia y con dirigentes sociales, estudiantiles, sindicales y ambientalistas.
Bakker no es un gurú. Se formó en una escuela de negocios e hizo una carrera exitosa en el mundo empresarial en Holanda. Fue CEO del Holding TNT entre 2001 y 2011, correspondiéndole realizar una operación para crear dos nuevas compañías. Su gestión tuvo el sello de hacer de TNT una empresa consciente y gestora de sus externalidades, a la vez que impulsora de iniciativas de gran aporte social y medioambiental.
¿Con qué se encontrará? Con una economía que crece a un ritmo envidiable, crea empleo y funciona en un marco de estricta disciplina fiscal y monetaria. Pero también con el Chile que se esconde bajo los promedios: el de la exclusión, las pocas oportunidades para las PYME, la discriminación, los bajos niveles en innovación y desarrollo de capital humano, y la creciente desconfianza ciudadana en sus instituciones. Llega a un país que necesita “acelerar el paso” para tomar la ruta correcta hacia un desarrollo sustentable.