Señor Director:
¿Por qué la política chilena es tan lerda en copiar las cosas buenas de otros países? Margaret Heidenrey escribió recientemente en The New York Times Magazine (que fue republicado en español en una importante revista chilena) sobre su experiencia de ser educada en casa durante los 70, en lugar de asistir a un colegio. Su familia fue pionera en una época en que el homeschool era ilegal y considerado un poco extraño. No obstante, la historia indica que la educación y viajes realizados en la juventud de los hermanos Heidenrey fue fabulosa, dando como resultado en la mayoría de ellos el ingreso a universidades top de los Estados Unidos. Millones de otros jóvenes estadounidenses han experimentado un éxito similar.
Lamento que en Chile estemos tan atrasados en el campo de educación que no hemos implementado una política formal para fomentar el homeschool. Chile se postula como país con muchas inclinaciones hacia el libre mercado. Sin embargo, no ha aprovechado este exitoso medio del mercado que sirve para reducir la pobreza y la contaminación medioambiental, además de aumentar la eficiencia y calidad de vida para muchos. Estamos tan preocupados de arreglar el desastroso sistema de educación pública, que hemos perdido una solución tan fácil de implementar que ayudaría a muchos chilenos a mejorar sus vidas.
El homeschool tiene sentido en Chile aunque no sea una panacea para todos. Al igual que los sistemas de Isapre y AFP, son mecanismos dirigidos por el mercado que ayudan a una parte importante de los chilenos (pero no a todos). Siempre vale la pena insertar procesos del mercado para beneficiar a muchos aunque otros no reciban ningún beneficio directo. Es una tontera pensar que todas las políticas deben beneficiar a todos igualmente. La política tiene que intentar establecer cambios Pareto optimal (es decir al menos una persona mejora y ninguna empeora). Así es el caso de homeschool. El costo social de implementar sería pequeño y los beneficios para la clase media serían vastos.
John Cobin
Académico Facultad economía y Negocios Universidad Andrés Bello
Señor Director:
Hace muchos años tras un viaje a Australia, escibí una nota a su direccion referida al problema de la congestión carcelaria de nuestro país y en ella recordaba la solución dada por las autoridades australianas al problema de erradicar los miles de vendedores callejeros que congestionaban las calles de Sydney, Melbourn y otras. La solucion era la creacion de granjas y llevar a ellas a esos callejeros, comprando tierras para construir esas granjas y enseñarles a cultivar la tierra y producir su sustento. Lo que sugiero es la idea de crear granjas penales en las islas de la Patagonia, donde los reos reincidentes y los reos peligrosos sean enviados a a cultivar la tierra, producir alimentos y procesarlos.
Jorge David
Señor Director:
No tengo nada en contra de la publicidad, pero pienso que estamos llegando a extremos demasiado peligrosos. La última estupidez fue poner publicidad lumisosa en las puertas de atrás de los camiones grandes. A los costados de las carreteras tenemos gigantografías y letreros luminosos que distraen mucho a los conductores, lo que perfectamente puede traducirse en un accidente, ahora pusieron letreros luminosos en ciertos cruces claves de las ciudades que funcionan día y la noche con probalidades altísimas de producir accidentes por la distraccion que producen en los conductores.
Creo que es indispensable que nuestros legisladores en forme urgente legislen sobre la forma de hacer publicidad antes de que la publicidad pase a ser lo más importante en nuestro país y en nuestras vidas.
Pedro Pablo Molina Wood
Señor Director:
Pinochet, que dirigió este país durante 17 años, solía decir que “aquí no se mueve una hoja sin que yo le sepa”.
En cambio, el que fuera gerente general de La Polar durante 10 años, Pablo Alcalde, está declarando que “aquí se movió todo el bosque sin que yo lo supiera”.
¿Quién dice la verdad?
Ariel Meller Rosenblut