Cartas
Cartas al Director
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Energías sustentables
Señor Director
Respecto a la columna publicada en su diario por Michelle Bachelet, en su calidad de directora de ONU Mujer, comparto su diagnóstico, en el contexto de la próxima Cumbre de Río + 20, sobre el uso de energías sustentables. La ex presidenta menciona el caso de Kenia, donde se están utilizando estufas mejoradas con el positivo impacto que ello significa para el medio ambiente y la calidad de vida de las mujeres.
Al respecto, y como ministra del Medio Ambiente, coincido con la necesidad de considerar a la mujer en el desarrollo de las políticas que se relacionan con el uso de combustibles menos contaminantes en los hogares chilenos. Por esto, casos como el de Kenia también se dan en nuestro país, donde como ministerio hemos abordado con decisión la implementación de un programa de recambio de calefactores en las ciudades del sur, reemplazando artefactos contaminantes y poco eficientes por otros más limpios. El sustento de esta iniciativa, iniciado en 2011 y ampliado en este año, se debe a que el uso de calefactores produce severos problemas de contaminación atmosférica e intradomiciliaria, afectando con ello en mayor proporción a las mujeres, pero también a los niños, ancianos y enfermos.
Estudios que se han realizado en EEUU para evaluar el impacto de programas de recambio de calefactores nos indican que es posible reducir entre 20% y 90% los niveles de partículas finas al interior de las viviendas, lo cual tiene un efecto importante en la reducción del impacto en salud de los usuarios, esencialmente mujeres. Al recambiar por calefactores más eficientes también hay un ahorro en el consumo de leña de las familias lo que repercute en el presupuesto familiar.
Así, las preocupaciones compartidas por la ex presidenta están siendo abordadas en nuestro país a través de una política pública con un enfoque social y ambiental la que va en beneficio de las mujeres y familias chilenas más vulnerables.
María Ignacia Benítez
Ministra de Medio Ambiente
Mejor sin impuestos
Señor Director:
Desde una perspectiva económica, hay muy poca diferencia entre impuestos involuntarios y hurto. La mayor diferencia es que uno es legal y el otro es ilegal. Claro, hay beneficios que reciben los saqueados por el gobierno. Pero son pequeñitos, considerando que el contribuyente típico no quiere la gran mayoría de lo que el Estado proporciona.
Al no tener impuestos podríamos eliminar hasta 80% de los ministerios, además 100% de los consejos y servicios nacionales. Muchas de las funciones que desempeñan éstos podrían ser privatizadas, incluyendo construcción y reparación de caminos y infraestructura, hospitales públicos, Codelco, INE y ENAP. Se podría reemplazar el Banco Central con un sistema de banca libre y la escuela pública con un sistema de colegios 100% privado o un sistema homeschool.
Lo que queda del gobierno podría ser financiado por impuestos voluntarios, los cuales no son inmorales como robo, porque hay beneficios mutuos del intercambio.
Con menos Estado, regulaciones, impuestos y más consumo y ahorro, tendríamos más prosperidad en Chile. Solamente por no pagar el IVA y aranceles de importaciones, los de la clase media (que consumen la gran parte de su ingreso) tendrían hasta 25% adicional de su sueldo mensual. Tendrían aún más, si pagan impuestos por autos o bienes raíces. Todos podrían ahorrar más y dar a caridades e iglesias, o mandar un hijo más a colegio particular o universidad. Sin impuestos involuntarios, todos los chilenos ganan. Por eso, vale la pena eliminarlos.
John Cobin, Ph.D. (Public Policy)
Académico Facultad Economía y Negocios Universidad Andrés Bello
Pobreza y delincuencia
Señor Director:
Quisiera decirle al presidente Piñera que nuestro compromiso debería ser usar su gobiermo y toda la fuerza del mundo para erradicar la extrema pobreza a la mayor brevedad y yo le aseguro que la delincuencia va a bajar en un porcentaje muy importante. Sr. presidente, además de agradecer a algunos ministros y parlamentarios en particular, también se debería agradecer a todos los chilenos que día a día están cooperando con la policía a riesgo de su integridad.
Pedro Pablo Molina Wood