Nuevas formas de trabajo para conciliar la vida laboral y personal
Jacqueline Balbontín, VP Gestión de Personas, Cultura y Asuntos Corporativos Scotiabank Chile
Si algo nos enseñó la pandemia es que el cambio es lo único constante. Y en el mundo laboral esta premisa no es la excepción: el Covid-19 revolucionó la forma de trabajar, nos hizo comprender que no podemos seguir haciendo las cosas del mismo modo y que la nueva realidad implica desplegar una gran cuota de innovación y un cambio en la cultura interna, porque muchas de las transformaciones que debimos adoptar durante la crisis llegaron para quedarse. Aunque las fórmulas adoptadas por las empresas para afrontar este proceso han sido diversas, no cabe duda de que la capacidad de construir una cultura flexible ha estado en el centro de ellas.
En el caso de Scotiabank, vimos estos desafíos como una oportunidad para acelerar el cambio en nuestra forma de trabajar, que habíamos iniciado en 2016 con el home office; de organizar nuestras labores y dirigir el trabajo. En este sentido, generamos espacios para escuchar a nuestros colaboradores, tomarle el pulso a su día a día, saber lo que valoran y recoger sus ideas de mejora. Dar respuesta de manera oportuna y eficiente a estas nuevas necesidades ha estado en el foco de todos los cambios que hemos ido implementando en nuestra cultura interna. Todo con el fin de fortalecer nuestro equipo y atraer el talento necesario para seguir desarrollándonos como empresa, y seguir brindando el mejor de los servicios a nuestros clientes.
Gracias a estos aprendizajes tomamos la decisión de implementar de forma permanente un modelo laboral híbrido y flexible, que combina la presencialidad con el trabajo remoto a partir de esquemas diferenciados para las distintas áreas de trabajo.
Asimismo, la confianza depositada en nuestros colaboradores, sumado a sus altos niveles de compromiso para conseguir los objetivos estratégicos definidos para el negocio, nos permitió seguir fortaleciendo este cambio organizacional y ser pioneros en la banca en la reducción de la jornada laboral de nuestros trabajadores, desde 42 horas a 39 horas semanales.
Esta definición también se apoya en los avances que hemos tenido en materia de productividad, consecuencia de la agenda de modernización y transformación digital desplegada por el banco, sin la cual no sería posible que las personas puedan contar con un uso más eficiente de su tiempo.
De ese modo, estamos construyendo en conjunto una nueva forma de trabajar porque queremos contribuir a una mejor calidad de vida nuestros colaboradores, seguir potenciando la igualdad de oportunidades, incentivar la creatividad e innovación y mantenernos como un lugar atractivo para atraer a nuevos talentos.
Mejorar permanentemente y construir una cultura flexible, donde es posible conciliar la vida familiar y laboral, es un propósito central que seguirá guiando nuestro accionar. Los resultados obtenidos hasta ahora nos dejan en claro que el camino que hemos adoptado es el correcto y que, al tratarse de procesos vivos, seguirán avanzando hacia una mayor flexibilidad y por eso estamos decididos a ir por más.