Ley de Distribución
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Señora Directora:
La modificación normativa más importante a que se encuentra abocado el Ministerio de Energía es la relativa a la ley de Distribución, sector que no ha sido afecto a cambios significativos los últimos 40 años.
Dicha reforma, a través de una ley corta para abordar las tasas de rentabilidad de las empresas, y de una larga, para los temas de fondo, busca como efecto práctico, traducirse entre otras cosas, en cuentas de luz más baratas.
Discusión teñida por el desafortunado episodio de los “medidores inteligentes”, que se centró en el costo para las personas, supone la rebaja en las tasas de rentabilidad de las empresas, con rangos acordes al mercado, y sin un desincentivo a la inversión, que permita un sistema más seguro y con cuentas menos costosas.
Más allá de este efecto más inmediato, modernizar la distribución eléctrica y reforzar la seguridad del sistema, implica incentivar la entrada de nuevos actores, abriendo la competencia incluso a los hogares que generen energía a través de paneles solares. De esta manera, y mediante señales de precio en la dirección correcta (por ejemplo, diferenciados por hora) el país podrá dotarse de una matriz limpia, segura, y con valores razonables.
Jorge Canals
Socio del área Medio Ambiente y Regulación de Moraga y Cía.
