La semana en los mercados financieros comenzó con las alertas derivadas del recrudecimiento de la guerra de aranceles entre EEUU y China. El desplome sufrido el pasado viernes en Wall Street se extendió esta mañana a la renta variable asiática.
La Bolsa de Tokio finalizó con un revés del 2,17% en el Nikkei, y en medio de estas turbulencias, las ventas han alcanzado de lleno a las divisas emergentes más utilizadas en las operaciones de 'carry trade'. La aversión al riesgo que propicia la guerra comercial dispara la tentación de encontrar refugio en el yen japonés, y esta tendencia ha dado pie a un derrumbe efímero de la lira turca.
El descalabro en la cotización de la lira turca ha llegado a alcanzar esta mañana el 12%. La divisa turca se ha hundido hasta las 6,47 unidades por dólar, frente al cruce de 5,75 unidades con el que cerró el pasado viernes.
La reacción ha sido inmediata, y unas horas después del desplome catalogado por los analistas como un 'flash crash', la cotización de la lira modera sus descensos al entorno del 1%, hasta el nivel de las 5,8 unidades por dólar.
La incertidumbre política en Turquía y la aversión al riesgo que genera la guerra comercial entre las divisas emergentes hundieron un 30% la cotización de la lira turca en 2018. En lo que va de año las caídas de la moneda turca pierde cerca de otro 10% adicional.
La Bolsa de Estambul reacciona con caídas a las turbulencias sufridas por la libra. Los descensos en el índice selectivo BIST 30 han llegado a superar hoy el 1%. Los valores bancarios, entre ellos Garanti Bank, controlado por BBVA, se han sumado a las caídas.