Bancos inician el año con una caída interanual de 25% en sus ganancias en enero
La CMF explicó que los números de enero fueron influidos por la disminución de los gastos operacionales, el crecimiento del resultado financiero neto y un menor gasto por pérdidas crediticias, atenuados por mayores impuestos.
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La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) informó los resultados que tuvo la industria bancaria durante el primer mes del año, registrando utilidades de $ 357.849 millones, equivalente a US$ 442 millones. Esta cifra es una disminución de 25,01% respecto a 2021.
El regulador explicó que los números de enero fueron influidos por la disminución de los gastos operacionales, el crecimiento del resultado financiero neto y un menor gasto por pérdidas crediticias, atenuados por mayores impuestos.
En cuanto al retroceso de las ganancias del sector, la CMF indicó que se debió al incremento en el gasto por pérdidas crediticias, contrarrestados en parte por el aumento del resultado financiero neto.
Los principales bancos privados del país -Santander, Banco de Chile, Bci, Scotiabank e Itaú- reportaron sus resultados preliminares durante el primer mes del año y algunas entidades dieron cuenta de los efectos del escenario económico que atraviesa el país.
Una muestra de ello fue Santander que anotó la mayor baja interanual entre las entidades financieras privadas más grandes del mercado con un retroceso de 55,8%. El banco ganó US$ 41,9 millones durante enero.
Cifras de actividad
De acuerdo a las cifras de la Asociación de Bancos (ABIF), el crédito bancario arrancó el año con un bajo dinamismo. Durante el primer mes, el saldo de colocaciones totales registró una variación negativa en 12 meses de 3,2%, alcanzando US$ 273 mil millones.
El flujo de préstamos comerciales alcanzó un promedio mensual de US$ 10.263 millones entre noviembre y enero de este año, monto un 26% superior a lo otorgado en igual período del año pasado. Este crecimiento fue impulsado por las colocaciones a grandes empresas, que representan más del 80% de la cartera y que registran una expansión anual del 12%.
En contraste, los créditos a Mipyme siguieron presentando un bajo nivel de actividad, contrayéndose un 22% anual en igual período.
En cuanto al flujo de crédito hipotecario, la ABIF dio cuenta que se estabilizó en niveles acotados, por debajo de lo registrado antes de la pandemia. En el trimestre de noviembre a enero se otorgaron operaciones por un valor de US$ 740 millones por mes, nivel similar que durante la mayor parte de 2022, pero un 28% inferior en comparación con 12 meses atrás.
El gremio hizo ver que “el bajo dinamismo de la cartera hipotecaria se asocia sobre todo a una demanda crediticia debilitada, ante la ralentización de la economía y los aún altos registros inflacionarios, que encarecen la compra de la casa propia”.
En lo que es el flujo de créditos de consumo en cuotas alcanzó US$ 956 millones mensuales en el trimestre móvil comprendido entre noviembre a enero, registrando una variación negativa de 1% respecto de igual período del año anterior.
En tanto, el flujo de créditos rotativos continuó expandiéndose, consignando un aumento anual de 15%, hasta US$ 2.423 millones por mes, de acuerdo con cifras para la Región Metropolitana.
Frente a este fenómeno, la ABIF expuso que “el mayor uso de rotativos se produce en un contexto en que la liquidez disponible de los hogares, que alcanzó niveles excepcionalmente altos durante los años 2020-2021, está regresando a su tendencia de largo plazo al tiempo que la morosidad asociada a tarjetas de crédito experimenta un aumento importante”.
Otro punto analizado han sido las alzas en las tasas de interés para créditos de consumo, en línea con las restricciones monetarias que ha impulsado el Banco Central para controlar la inflación. El gremio indicó que “las tasas volverán a bajar, en línea con la TPM, una vez que la evolución de las condiciones macroeconómicas, particularmente de la inflación, permita un relajamiento de la política monetaria”.
Morosidad al alza
La desaceleración económica y el deterioro del mercado laboral se resienten en los indicadores de riesgo de la banca. La morosidad mayor a 90 días continuó con la tendencia al alza de los meses previos, alcanzando en enero 1,80% de las colocaciones totales, cifra que representa un incremento de 52 puntos base respecto de igual mes del año anterior.
Las alertas de la ABIF se encendieron en la cartera de consumo. El aumento más pronunciado y generalizado a través de bancos se registró en este nicho donde el índice de morosidad ya superó los niveles pre pandemia que eran en torno a 2,50% y llegaron a enero a 2,70%.
Dentro de la cartera de consumo resaltó el alza de la morosidad asociada a tarjetas de crédito, que subió de 1,22% a 3,12% en los últimos 12 meses, lo que constituye un aumento de 155%. Mientras que en los créditos de consumo en cuotas también presentaron un aumento relevante, pasando de 1,27% a 2,46% en igual período.