Un panorama gris prevé la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hacia 2060, con un menor dinamismo de la economía mundial y una mayor desigualdad en los ingresos.
En su informe “Desafíos de política para los próximos 50 años”, el organismo explica que diversos factores como el envejecimiento de la población, la desaceleración de los países emergentes y los efectos del cambio climático serán una carga para el PIB global, que dependerá cada vez más de la innovación y de los activos basados en el conocimiento.
El club de las 34 naciones más ricas del mundo advirtió que la divergencia en la distribución de los ingresos podría aumentar más de 30% en sus países miembros, mientras que el alza en otras economías del G20 sería de 20%.
Expansión mundial se reduciría en casi un punto a 2,4%
La OCDE proyecta que el PIB global se desacelerará desde un promedio anual de 3,6% entre 2010 y 2020 a 2,4% entre 2050 y 2060 debido al envejecimiento de la población y la desaceleración de los emergentes. "La incertidumbre sobre el crecimiento de la productividad, las futuras mejoras en el logro educacional y una inmigración más lenta hacia la OCDE son los principales riesgos", detalló el análisis.
Pese al menor ritmo de expansión, el producto económico mundial se más que cuadruplicará en las próximas cinco décadas.
El crecimiento estará impulsado por los mercados emergentes y el centro de gravedad estará en Asia y África.
Se pronostica que a 2060 el PIB per cápita se multiplicará por siete en India y algunos países africanos y el PIB per cápita de China será comparable con los niveles actuales de Estados Unidos al ser medido en paridad de poder adquisitivo constante.
Este cambio en el balance económico se reflejará en que la porción en el PIB global de los países que no son parte de la OCDE será significativamente más grande que la de los actuales miembros del bloque.
En todo caso, el dinamismo de las economías en desarrollo será más bajo al visto recientemente, ya que el crecimiento de la población y el alcance para ponerse al día con los estándares de vida de los mercados más avanzados serán menores.
Mayor presión fiscal
Las abultadas deudas públicas que dejó la última crisis, las tendencias demográficas desfavorables y las mayores presiones de gasto en áreas como salud y educación son una carga para el Fisco.
Se estima que los ajustes fiscales necesarios para estabilizar los ratios de deuda/PIB en 60% hacia 2060 serán superiores a 7% del PIB para el país promedio de la OCDE. El organismo advirtió que existen riesgos fiscales adicionales para las naciones miembros que se relacionan con los menores ingresos provocados por la menor migración y las bases tributarias más móviles. Para resolver estas presiones, la institución recomienda aplicar una combinación de reformas fiscales y estructurales.
Cambio climático podría recortar en 1,5 punto la producción económica global
Según el informe, se calcula que hacia 2050 la biodiversidad terrestre disminuirá 10%, 40% de la población mundial estará viviendo en áreas de alta escasez de agua, las muertes prematuras relacionadas con el material particulado aéreo se duplicarán y el cambio climático probablemente se habrá vuelto permanente debido a un fuerte incremento en las emisiones de gases de efecto invernadero. De estos fenómenos, el riesgo con el mayor efecto global es la creciente concentración de gases de efecto invernadero.
"Si no se realizan cambios dramáticos en la intensidad del carbón en la producción y consumo de energía a nivel mundial, el crecimiento económico llevará a una expansión constante de las emisiones de estos gases y a una mayor concentración de dichos gases en la atmósfera", sostuvo la organización.
En el escenario central de la OCDE, se prevé que entre 2010 y 2060 estas emisiones se duplicarán. Tal acontecimiento afectaría negativamente al PIB global recortando su crecimiento en 1,5 punto porcentual en 2060. Probablemente los impactos variarán de región en región, siendo el sur y el sudeste de Asia las zonas más afectadas con daños que equivalen a más de 5% del PIB.
Los principales contribuyentes a las mermas en la economía global serían la menor productividad agrícola y las pérdidas de capital y tierra relacionadas con el aumento del nivel del mar.
Desigualdad se aceleraría
El escenario central del organismo vaticina que la creciente dispersión de los ingresos se aceleraría ligeramente a 0,6% en los próximos 50 años. Como resultado, la desigualdad de ingresos antes de impuestos crecerá 30% dentro de los países de la OCDE y cerca de 20% en otras economías del G20.
Esto implicaría que las inequidades en naciones con bajos niveles de desigualdad –como Italia, Suecia y Noruega, por ejemplo– podrían ser similares al promedio actual de la OCDE, mientras que el promedio del club en 2060 podría ser cercano a los niveles que hoy exhibe Estados Unidos.
Comercio se profundizaría
La integración del comercio global probablemente seguirá profundizándose en los próximos 50 años, pero a una tasa más lenta que la registrada en el último tiempo a menos que se logren más acuerdos para reducir las barreras comerciales, los costos de transacción y los obstáculos regulatorios.
Se espera que las exportaciones en relación al PIB se eleven cerca de 60% entre 2010 y 2060.
El comercio seguirá el mismo camino que la tendencia económica y girará hacia Asia. Los envíos de las naciones que no pertenecen al club de los países más ricos subirán desde 35% de los embarques mundiales en 2012 a 56% en 2060. Por su parte, la proporción del comercio global de los miembros de la OCDE retrocedería desde 50% a 25% en el mismo período.
En el caso de Chile, los envíos pasarían de representar casi 33% del PIB en 2010 a cerca de 37% del PIB 50 años más tarde.
El reporte afirmó que los patrones de especialización continuarán evolucionando, lo que reflejará en parte el perfeccionamiento profesional más rápido en las economías emergentes. De esta manera, la estructura de producción de las economías emergentes debería parecerse cada vez más a la estructura de las naciones de la OCDE. La porción de los servicios en la economía seguirá aumentando, mientras que la participación de la manufactura se encogerá.