El subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco, valoró el informe de la OCDE, porque “va muy en línea con lo que estamos haciendo en este gobierno, en términos de aplicar reformas estructurales que busquen reducir la desigualdad”, aseguró.
Desde París, donde participa en el Foro anual del llamado “club de los países ricos”, Micco afirmó que la reforma tributaria que se discute actualmente va a enfrentar “el tema de la desigualdad y del crecimiento a la vez”, ya que “quienes tenemos más vamos a terminar pagando más impuestos, y esos impuestos van a ser invertidos en educación de buena calidad para todos los chilenos”.
- El énfasis de los organismos internacionales parece estar puesto en la reducción de la desigualdad para impulsar el crecimiento económico ¿comparte esta apreciación?
- Efectivamente, eso es lo que me ha tocado ver, por ejemplo, en el informe del FMI, donde dice que las reformas que ayudan a mejorar la distribución de ingresos tienen efectos positivos en el crecimiento. En términos simples, cuando tengo una mejor distribución del ingreso, hay más gente que tiene la capacidad de desarrollar sus habilidades. Esto reafirma las políticas que estamos implementando en el actual gobierno para mejorar la distribución del ingreso a través de impuestos, pero también para recaudar más para invertir 1,5 ó 1,0 punto más del PIB en educación de calidad, y también 0,5 punto del PIB en mejorar la salud pública en Chile, en la cual se atiende un 80% de la población.
- Chile tiene la desigualdad más alta de todos la OCDE ¿Hay alguna meta del gobierno en términos de plazos para mejorar?
- Como hemos planteado en la reforma tributaria, queremos mejorar la distribución del ingreso. La mayor recaudación para el Fisco va a provenir principalmente de aumentos a los impuestos a los ingresos de las personas. Es bien sabido que los impuestos que están relacionados con los ingresos de las personas, son impuestos que recaen principalmente en la gente de mayores ingresos, la gente más rica, y eso ayuda a mejorar la distribución de los ingresos.
- Versus el alza de impuestos de otros ítem, como el IVA...
- El IVA es principalmente un impuesto al consumo, que recae de forma proporcional al nivel de consumo de los hogares. Obviamente, si las familias de mayores ingresos tienen la capacidad de ahorrar más, el alza del IVA puede recaer proporcionalmente más en la gente de menores ingresos. En el caso de Chile, donde se requieren más fondos para invertir en educación y salud, el aumento de la carga tributaria debe recaer en quienes tenemos más. Para lograr eso se aumentará el impuesto a la renta de las personas, en particular, a las rentas del capital, que son las que están más concentradas en un grupo pequeño de personas.
- ¿Cuál ha sido la recepción hacia la reforma tributaria en Chile? ¿Qué dudas le han planteado quienes están asistiendo al encuentro de la OCDE?
- En general la recepción es muy buena, porque está muy acorde con lo que es la visión mundial en estos días. En la reunión de primavera del FMI y del Banco Mundial se habló de un desarrollo con inclusión, aquí en este encuentro de la OCDE también se habla de un desarrollo con inclusión, pero aquí no solamente pensando en países emergentes, como había sido principalmente el caso en la reunión del Fondo y el Banco Mundial, sino también respecto de países más desarrollados. Para el caso particular de Chile y México, que poseen los mayores niveles de desigualdad, ha sido bienvenido que Chile empiece a tomar un liderazgo no solamente en temas de crecimiento, sino también en temas de crecimiento con inclusión social, que es el mandato que nos ha dado la presidenta en estos cuatros años.
- En Chile se dice que la reforma tributaria podría desincentivar la inversión. ¿Se ha planteado eso allá? ¿Existe consenso en que el impuesto a los ingresos es una de las mejores formas de reducir la brecha entre ricos y pobres?
- Cuando uno ve la carga tributaria de los países OCDE, los impuestos a los ingresos son más altos que otro tipo de tributos, como el IVA. ¿Por qué? Porque este es el impuesto que ayuda a mejorar la distribución del ingreso, lo que permite que todos nuestros hijos partan con una base más igualitaria, y también ayuda a que tengamos mayor crecimiento económico, como lo han mostrado estos últimos estudios, pues así todos los chilenos van a tener la posibilidad de desarrollar sus talentos, y no solamente algunos que tienen una buena educación porque han nacido en una cuna de mayores ingresos. Creo que estamos muy alineados con lo que son los actuales movimientos, las ideas que están actualmente a nivel mundial no solamente en la OCDE, sino que también en el Banco Mundial y en el FMI.
- ¿Cómo ayudará la educación a reducir la desigualdad?
- En el caso chileno tenemos una desigualdad endémica, que viene muy arraigada a la sociedad y que se repite de generación en generación, principalmente por la desigualdad en la educación. Si logramos hacer que la educación de todos los chilenos y chilenas sea de mejor calidad vamos a tener un impacto importante en el crecimiento de mediano plazo.
Por un lado, mayores niveles de educación implican mayor productividad de los trabajadores, lo cual genera mayores niveles de salario, y eso hace que la participación laboral aumente. Sabemos que en Chile la participación laboral es baja. Segundo, si tenemos trabajadores mejor capacitados, esos trabajadores son más productivos en las empresas o en las industrias, con lo cual aumenta la producción nacional. Y tercero, quizás lo más importante de todo, si tenemos una fuerza laboral más educada, vamos a tener un impacto positivo en términos de adopción de nuevas tecnologías, y por qué no decir que Chile empiece a desarrollar nuevas tecnologías. Cuando uno se va acercando a la frontera del conocimiento, cuando uno se va desarrollando, se requiere cada vez más capital humano para seguir creciendo. Y a eso estamos apuntando en Chile, y queremos que ese aumento del capital humano, del conocimiento de las personas, sea algo transversal en toda la sociedad.