Impuestos: ad portas de un debate complejo
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Como consignó este diario la semana pasada, el Ministerio de Hacienda ha dicho estar abierto a hacer cambios en la reforma tributaria que se encuentra tramitando el Congreso. El próximo mes pondrá a prueba esa disposición -la actitud correcta para enfrentar discusiones complejas, por cierto-, ya que la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados sostendrá audiencias con distintos actores para conocer sus perspectivas sobre el proyecto presentado por el Gobierno.
Uno de esos actores, especialmente relevante, será la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), que ya está elaborando un informe técnico que propondrá a las diferentes ramas de la entidad gremial, con la doble finalidad de llegar a un diagnóstico compartido de la reforma, para luego concordar propuestas y recomendaciones a partir de él.
El desafío para todos los actores es tanto técnico como político, por la cantidad de potenciales cambios y por la ambición de los objetivos.
El desafío, para la CPC como para otros actores, es tanto técnico como político. Por un lado, el proyecto tributario es complejo y ambicioso, pues abarca una multiplicidad de potenciales cambios de peso para el sistema de impuestos, y se plantea objetivos difíciles de alcanzar -incluso, inéditos- en términos de recaudación y plazos. Por otra parte, se trata de una reforma que está en el centro del programa político del actual Ejecutivo, que explícitamente ha puesto en ella muchas de sus esperanzas de hacer mejoras en materia social gracias a los mayores recursos fiscales que confía en obtener por esa vía.
El fin de la exención a las propiedades DFL2, la desintegración tributaria, el trato al leasing, el nuevo impuesto al patrimonio, el royalty a la minería, el impuesto a las utilidades retenidas, y las atribuciones ampliadas del SII, entre otros, son algunos de los temas que distintos actores buscarán poner sobre la mesa en la discusión legislativa. Será una agenda muy nutrida y, con mucha probabilidad, controvertida.
En este sentido, la reunión que sostuvieron ayer las empresas auditoras con la cartera de Hacienda parece un bienvenido ejemplo del tipo de diálogo que requiere una reforma de esta envergadura.