Las declaraciones del director de Fonasa, Camilo Cid, enfatizando que un objetivo de la política de salud del Gobierno es el fin de las isapres –“la idea es que desaparezcan del mapa de la seguridad social”, señaló- siguen generando amplias repercusiones, especialmente en el sector privado que participa en el sector. La principal reacción provino de la Asociación de Isapres, gremio que ayer salió a rebatir las afirmaciones del titular de la entidad pública, y que hoy volvió a entrar en el tema ampliando su cuestionamiento a la gestión encabezada por la ministra de Salud, María Begoña Yarza.
El gremio salió al paso de los dichos de la máxima autoridad sectorial en relación a su disposición al diálogo y al actual desarrollo de conversaciones entre ambas partes, sosteniendo que el Minsal no ha respondido a las solicitudes de reunión formuladas desde inicios de junio, y que incluso el encuentro que había sido agendado para mañana fue pospuesto por dos semanas, representando la tercera postergación en casi dos meses.
“El país está preparado para discutir una reforma de salud, pero no para que las isapres cierren de golpe”.
“La situación deficitaria que resulta de esta inviabilidad administrativa no puede ser corregida de manera autónoma por las Isapres. Por ello se ha recurrido a la ministra de Salud, Begoña Yarza, para exponerle con claridad las complejas cifras del sector y los difíciles escenarios que se aproximan. Con ese objetivo la Asociación de Isapres solicitó una reunión el pasado 7 de junio, cita que, tras haberse aplazado en tres ocasiones, recién tendrá lugar el próximo 18 de agosto”, detalló la asociación, que preside Gonzalo Simón, a través de una declaración.
En su recuento del estado de las relaciones con las autoridades, el gremio indicó que a la fecha han sostenido “un único encuentro” con la Superintendencia de Salud “pese a nuestra insistencia”, y que la próxima reunión está programada para el 9 de agosto próximo.
“Los plazos, sin duda, apremian. Y como gremio estamos al tanto de los múltiples desafíos que enfrenta el Ministerio de Salud; sin embargo, es necesario que se atienda la situación de los tres millones de afiliados que arriesgan a corto plazo perder su cobertura de salud, causando un traspaso masivo de personas al Fonasa, justo cuando hay más de dos millones de personas en lista de espera”, advirtió el gremio.
Gonzalo Simón, presidente de la Asociación de Isapres.
"El país no está preparado para que las Isapres cierren de golpe”
La urgencia de las isapres por entablar un diálogo a fondo con el Gobierno en relación al futuro de la industria se activó con los recientes dichos del director de Fonasa, Camilo Cid. “Las declaraciones que anuncian un término del sistema generan profunda preocupación. El país está preparado para discutir una reforma de salud, pero no para que las Isapres cierren de golpe”, señalaron las aseguradoras.
Al respecto, sostuvieron que el énfasis “no debe estar puesto en desmantelar el sistema privado, sino en lograr que todas las personas tengan acceso a tratamientos y prestaciones de manera oportuna”. Sin embargo, añadieron, “ lo que hemos visto hasta ahora son acciones tendientes a eliminar a las Isapres, en lugar de dar respuestas concretas a la demanda de la ciudadanía, que quiere soluciones a sus problemas de salud”, enfatizó el gremio.
En este marco, cuestionó la estrategia planteada por el director de Fonasa indicando que lo esperable desde la autoridad es “que si se va a poner fin a algo en materia de salud, que sea a las listas de espera, a los problemas de falta de médicos, de eficiencia, insumos o infraestructura, que afectan diariamente a los chilenos”.
Al reiterar el diagnóstico del escenario actual de la industria, el gremio señaló que sus asociados “enfrentan una situación crítica y se sostienen únicamente por el aporte que hacen los grupos controladores, arriesgando un próximo desenlace abrupto”. En este marco, enfatizó que “las causas de esta inminente inviabilidad operacional están en la judicialización ante tribunales y en la decisión de la Superintendencia de Salud, que desconoció las leyes dictadas que regulan el funcionamiento del sector, tras dos años sin adecuaciones de precios”.
“Deben existir condiciones
de aseguramiento y cobertura”
El pronunciamiento del director de Fonasa sobre el futuro del sistema asegurador de salud también motivó la reacción de los prestadores privados. “Es fundamental que las personas puedan seguir eligiendo donde atenderse y ocupar la cobertura de salud generada por su cotización”, señaló Clínicas de Chile a través de una declaración.
Frente a las afirmaciones de Cid respecto de las bases de la reforma para crear un sistema único basado sobre un Fondo Universal de Salud, el gremio manifestó que “nos inquieta mucho la sobrecarga al sistema público que creemos se generará; hoy los prestadores privados atendemos a más de 7,2 millones de afiliados de Fonasa, en gran medida, debido a lo estresado del sistema. Entonces, el que más de tres millones de afiliados a isapres se sumen, aumentarán aún más esos flujos al ya recargado sistema público”.
En este marco, las afirmaciones de Cid respecto de situación de los prestadores de salud privados en una futura reestructuración del financiamiento -afirmando que “para las clínicas no debiera haber ningún problema, apostando a que ese esfuerzo lo podamos hacer más eficientemente”-, también generaron la reacción del sector. “Los prestadores privados atendemos a casi 10 millones de personas anualmente. Por lo mismo, deben existir condiciones de aseguramiento y cobertura para poder seguir haciéndolo, ya que nuestro aporte como privados es relevante para la red de atención nacional”, indicó.
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