Director ejecutivo de Petrobras fue destituido tras disputa por alza en precios de los combustible

La petrolera más grande de Latinoamérica, Petróleo Brasileiro, tendrá su tercer presidente ejecutivo desde principios de 2021 después de que Joaquim Silva e Luna fuera expulsado tras la creciente presión política para contener los precios del combustible.

Luna, que solo estuvo en esa posición durante aproximadamente un año, provocó la ira del presidente Jair Bolsonaro con el anuncio el 10 de marzo del aumento de precios en diésel y gasolina. Si bien el mandatario había prometido en repetidas ocasiones no intervenir en la empresa, el nombre de Luna no se incluyó en la lista de miembros de la junta designados por el Gobierno que fue dada a conocer este lunes. Dado que los estatutos de Petrobras establecen que el presidente ejecutivo debe ser miembro del directorio, la medida esencialmente destituyó a Luna del cargo.

El Gobierno designó a Adriano Pires para reemplazar a Luna, decisión que deberá ser ratificada por el directorio de la empresa en una reunión programada el 13 de abril.

Como CEO, Pires deberá navegar por la política interna, donde los precios del combustible un tema de campaña clave en un año electoral. El antecesor de Luna fue despedido a través de una publicación de Facebook después de una pelea con el presidente por los precios del combustible.

Cuando Bolsonaro seleccionó a Luna, un general sin experiencia previa en petróleo que se consideraba cercano al presidente, causó preocupación que la empresa estatal comenzara a gastar miles de millones de dólares en subsidios al combustible como lo hizo durante el auge petrolero de 2011-2014. Las acciones se desplomaron y los analistas se apresuraron a aplicar calificaciones de venta a las acciones. Sin embargo, Luna mantuvo el enfoque de su predecesor en las ganancias y la reducción de la deuda, e incluso conservó a la mayoría del equipo gerencial existente.

El año pasado, Petrobras recortó su deuda lo suficiente como para reanudar los pagos regulares de dividendos bajo la Administración de Luna y se mantuvo en gran medida con la política de Petrobras de rastrear los precios internacionales del combustible, lo que atrajo elogios de inversionistas, aunque no precisamente en Brasil. En casa, el productor de petróleo está en el centro de un debate político donde tanto Bolsonaro como su principal oponente en las elecciones de octubre, Luiz Inácio Lula da Silva, han criticado a Petrobras por cobrar precios altos.