Inmobiliaria El Chamisero pide su reorganización para evitar la quiebra: deudas superan los US$ 79 millones
La empresa apuntó al impacto de la crisis social y el Covid. Además, dijo que sus proyectos en desarrollo "se encuentran prácticamente paralizados ante la baja demanda de viviendas y la falta de financiamiento”.
Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Miércoles 4 de diciembre de 2024 a las 14:50 hrs.
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Foto: Julio Castro
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El Chamisero Inmobiliaria -que maneja uno de los mayores proyectos para viviendas de Chicureo- solicitó el inicio de un proceso de reorganización judicial y así evitar la quiebra. La compañía, que reveló deudas por más de US$ 79 millones, apuntó a un negativo impacto por la crisis social y el Covid. Además, dijo que sus proyectos en desarrollo se encuentran prácticamente paralizados por la baja demanda de viviendas y la falta de financiamiento.
Los socios originales de Chamisero fueron los empresarios Sergio Reiss, Sergio de Castro (ambos fallecidos) y Juan Carlos Latorre, quienes adquirieron el predio de más de 1.000 hectáreas en 1995. El objetivo fue desarrollar un nuevo barrio en este sector del norte de Santiago, que adquirió plusvalía ante la escasez de terrenos en las comunas de la zona oriente de la capital.
En 2010, Latorre se retiró de la sociedad y, cuatro años después, falleció sorpresivamente Sergio Reiss cuando tenía 71 años de edad; poco antes de su muerte le había comprado su parte a De Castro. Desde ese entonces, la empresa es controlada por la sucesión de Reiss.
Los principales acreedores de la firma -asesorada por el Estudio Nelson Contador Abogados & Consultores, especializado en este tipo de casos- son Banco Estado, la Compañía de Seguros Confuturo y Seguros de Vida Security Previsión.
Las inversiones
El proyecto Inmobiliaria Chamisero fue calificado ambientalmente favorable en septiembre de 2000, permitiéndose la construcción de un conjunto habitacional de 7.819 viviendas con urbanización simultánea, en un período de 10 años, y con un promedio de 782 viviendas/año. La superficie del predio donde se visó la iniciativa es de 512,41 hectáreas, destinadas a viviendas (58,15%), a circulación (22,46%), a equipamiento (8,39%), cesiones (3,17%) y a áreas verdes (7,83%).
“A través de este proyecto, Chamisero Inmobiliaria ha impulsado el desarrollo urbanístico de la zona de Chicureo, transformando más de 300 hectáreas rurales, en una próspera comunidad residencial y comercial generando un nuevo foco de desarrollo para la comuna de Colina”, dijo la empresa en su solicitud de reorganización.
Añadió que su modelo de negocio consiste, desde sus inicios, en crear un espacio residencial integral, lo cual, tras 15 años se ha traducido, dijo, en una gran inversión para la autopista NorOriente, la urbanización de Avenida Chamisero y todas sus calles aledañas, en la construcción y recepción de 2.300 viviendas, tres colegios, tres strip centers, dos supermercados, Parque Outlife y el mejoramiento de la comisaría y cuartel de bomberos de Chicureo.
La firma precisó que la construcción de toda esta infraestructura ha sido posible gracias a las inversiones efectuadas en el proyecto, las cuales -aseguró- superan en su conjunto los US$ 158 millones. Junto a esto, la compañía destacó “la gran cantidad de puestos de trabajo”, tanto directos como indirectos, que Chamisero ha generado.
Los problemas
Al explicar el estado actual de sus negocios, la compañía sacó a colación el estallido social de 2019 y los efectos de la posterior pandemia de Covid. “Hasta el año 2022, se produjo un alza sostenida en los precios de los materiales de construcción y un aumento a niveles récord de las tasas de los créditos hipotecarios; factores que a la fecha han generado una importante crisis en el sector inmobiliario y de la construcción”, sostuvo.
Añadió que esta crisis ha implicado una baja considerable en la compra de viviendas y una notoria desaceleración en la inversión inmobiliaria, debido a la incertidumbre del mercado actual. Todo esto, dijo la empresa, fueron determinantes en su situación actual: flujos de caja fuertemente afectados, lo cual se han traducido en una disminución en ingresos por ventas por más de US$ 40 millones.
“En la actualidad, los proyectos en desarrollo de la compañía se encuentran prácticamente paralizados ante la baja demanda de viviendas del sector y la falta de nuevo financiamiento para su construcción”, aseguró la firma, la cual añadió que el alto valor de las contribuciones aplicadas en grandes extensiones de terreno, como las del proyecto, junto con los costos fijos han hecho para la empresa “una evidente dificultad cumplir con el pago de todas sus obligaciones financieras”.
Para enfrentar esta situación, dijo que, en los últimos tres años, realizó campañas de venta de macrolotes con rebaja de precios, y buscó colaboración en proyectos conjuntos con importantes actores del mercado, para acelerar la venta de inmuebles, construcción y la disponibilidad de caja. Sin embargo, dijo que, producto de la crisis y la escasa respuesta de los compradores de viviendas, los esfuerzos y medidas tomadas no han logrado su objetivo.
Pese a esto, la administración de la empresa sostuvo que ésta tendría “una excelente proyección a futuro” si logra reestructurar su pasivo, debido -dijo- a su larga trayectoria y reputación. “De llegar a materializarse el proyecto en su totalidad, darán lugar a uno de los proyectos urbanos más importantes que hayan sido desarrollados en la Región Metropolitana en los últimos años; con una capacidad de expansión potencial de hasta 3.831 nuevas viviendas, las cuales a su vez podrían albergar a más de 31.200 personas”, sostuvo la compañía.
Y aseguró: “Esta expansión no sólo revitalizará la economía de la zona mediante la creación de empleos y el aumento de la actividad comercial, sino que también incrementará el valor de las propiedades y la demanda por éstas en la región”.