Pese a que febrero es el mes de receso legislativo, debido a la contingencia o a que es año electoral, muchos parlamentarios han estado conectados, siguiendo la actualidad nacional. Uno de ellos es el segundo vicepresidente de la Cámara de Diputados, democratacristiano Eric Aedo; quien conversó con Diario Financiero sobre la situación de esta Corporación, en la que cuatro de sus representantes están pasando por procesos judiciales; pero también abordó otras materias como la carrera presidencial y el fenómeno en que se ha convertido el diputado Johannes Kaiser; y la reforma política.
-¿Le preocupa el hecho de que haya cuatro diputados cuestionados judicialmente, como es el caso de Catalina Pérez del Frente Amplio, Jorge Durán de RN, Mauricio Ojeda de republicanos y Francisco Pulgar ex Partido de la Gente? Se lo pregunto, porque nunca antes había ocurrido algo así.
-Claramente me preocupa y creo que al Parlamento entero debiera preocuparnos una situación que no es usual y que obviamente daña la imagen del Congreso, en este caso la Cámara de Diputados y Diputadas…
-¿Qué le provoca?
-Invita a varias reflexiones. La primera, es que es necesario que los parlamentarios tomemos conciencia de lo que significa desde el punto de vista de la responsabilidad política y ética el cargo que tenemos; o sea, sobre nuestros hombros hay una apreciación distinta, mucho más exigente, de parte de la ciudadanía. Y no por un tema de odiosidad de la ciudadanía, sino porque tenemos una mayor responsabilidad en la toma de decisiones, por lo que se espera de nosotros un comportamiento más elevado y más excepcional.
-¿Siente que no existe esa conciencia entre los parlamentarios?
-No y creo que hay que retomar esa reflexión. O sea, esto es como de la catequesis, el pecado de un niño o adolescente no es igual que el pecado del Papa, porque el Papa tiene más formación, tiene mucho más poder; por tanto, la valoración que uno hace de las acciones del Papa es distinta de la que hace de un católico común y corriente. ¿Te fijas? Acá es lo mismo, la acción de un parlamentario o parlamentaria es mirada distinta por la ciudadanía, porque tiene más prerrogativas, más facultades, más poder decisional y, por tanto, se espera de nosotros un comportamiento más elevado. Y esa reflexión se ha perdido.
-¿Cree que haya que hacer cambios reglamentarios o de leyes para inhibir la comisión de eventuales delitos?
-Mira en el caso de investigaciones, formalizaciones o acusaciones, relacionados con temas de fraude al Fisco, que es cuando se han mal utilizado recursos fiscales o se ha ocupado la influencia para defraudar al Fisco, me parece un contrasentido que se siga percibiendo la dieta parlamentaria. Eso, probablemente en el caso parlamentario, requiere una modificación constitucional.
-¿Hay que ser más drásticos respecto de los parlamentarios que son cuestionados por eventuales delitos, en el Reglamento de la Cámara, por ejemplo?
-Sí, creo que los partidos también tienen aquí una responsabilidad, porque en general son militantes de partidos los que incurren en estas situaciones cuestionables; por tanto, uno espera un rol más activo de los propios estamentos disciplinarios partidarios. Ahora, claro, cuando tenemos hoy día una Cámara de Diputados con una enorme cantidad de diputados independientes, eso se hace más complejo, porque quién tiene tuición sobre ellos.
“Reforma política, pero no un traje a la medida”
-Así llegamos a la pregunta obvia, ¿es imprescindible, entonces, avanzar este año en la reforma política?
-La reforma política es necesaria, pero no como un traje a la medida para un sector o dos sectores políticos. Creo que la reforma política es necesaria, desde el punto de vista de la representación de los partidos o movimientos políticos en el Parlamento. Que hay que poner un umbral, con porcentaje de votos obtenidos o con número de parlamentarios electos. Pero en esa reforma política también debiéramos prohibir los subpactos.
-¿Por qué?
-Porque, a veces, los partidos hacen pacto con otros y llevan en su lista parlamentaria a independientes por esa vía, con menos de un 1% de los votos. Entonces, no tiene que ser un traje a la medida, pero es la forma de evitar la fragmentación del sistema político. Hay 23 partidos políticos y más de 40 independientes en la Cámara de Diputados y, obviamente, eso dificulta los acuerdos macro que necesita el país.
-Muchos analistas plantean la dificultad para gobernar que ello significa, ¿está de acuerdo con eso?
-También va asociado a eso el talento político de quienes ostentan la dirección política, sean Presidente de la República, presidentes de partido, los que dirigen ambas cámaras, los jefes de comités… Pero obviamente que esta fragmentación dificulta la gobernanza, porque a veces se queda prisionero de una persona para llegar a un acuerdo global. Por eso lo valioso del acuerdo para la reforme previsional fue que fuimos capaces de salirnos de esa trampa, de la presión de uno, dos o tres parlamentarios.
Si Bachelet compite, “cambia todo el cuadro político”
-En el contexto de lo que dijo sobre talento político, inevitable llegar al tema presidencial, ¿qué le parece el ascenso meteórico del diputado libertario Johannes Kaiser?
-Mira, al principio se hizo una caricatura de Johannes Kaiser, pero es un tipo autodidacta, con un muy buen nivel de formación intelectual. Ojo con eso. Y creo que la gente se lo compró como si fuese un torpe, eso fue un error. Lo otro que tiene él es que es un tipo atrevido, toma decisiones y, a mí, me gusta eso en política. En contraposición con la centroizquierda, porque en estas generaciones más jóvenes -y cuando hablo de jóvenes me refiero a 60 años para abajo- para tomar una decisión política saca demasiado cálculo y Johannes Kaiser no saca mucho cálculo. Por eso crece como en su minuto creció Boric o Kast que decían abiertamente lo que pensaban, se atrevían. Nunca olvido que Boric, a pesar de lo que dijo su sector, se quedó y firmó el acuerdo por la paz. Eso es atrevimiento político, yo lo veo en Kaiser y creo que la gente lo aprecia en él.
-¿Su figura afecta a la centroizquierda de algún modo?
-No creo, pienso que Kaiser está horadando a la derecha, porque llega a un elector que votaba hacia la derecha.
-Entonces, ¿afecta a toda la derecha o sólo a Kast?
-Creo que está horadando a toda la derecha, no sólo a Kast, también a Matthei, porque cuando veo los números de Matthei, no crece. Y Kaiser sube tanto a costa de Matthei como a costa de Kast. Ahora, por su mensaje, obviamente golpea más a Kast, porque viene de ese mundo. Por eso creo que esta va a ser una elección muy competitiva, si hay inteligencia.
-¿Qué significa eso?
-Que si hay inteligencia en el mundo de la centroizquierda, tenemos que hacer las cosas bien en dos escenarios: Primero, partiendo de la base de que no esté Bachelet y en ese escenario es mucho más inteligente una primaria en el socialismo democrático y una primaria distinta entre el PC y el Frente Amplio, con listas separadas, porque con eso se amplía el rango de acción y de atracción. Con un acuerdo suscrito de que quien pase a la segunda vuelta recibe el apoyo del otro sector. Porque yo veo que la derecha va a ir dividida en tres candidaturas. Ahora, en ese escenario nosotros estamos respaldando a Alberto Undurraga.
-¿Y si Bachelet aceptara volver a competir?
-Cambia todo el cuadro político, porque ahí es innecesaria una primaria, porque Bachelet genera una amplia unidad de sectores independientes, del socialismo democrático y de la propia izquierda. En ese escenario va a ser una elección presidencial muy competitiva, porque se puede enfrentar Bachelet sola a una derecha que va a ir en tres listas o al menos en tres candidaturas.
-¿Imagina una segunda vuelta entre Matthei y Johannes Kaiser, por ejemplo?
-Si la candidatura presidencial del mundo de la centroizquierda es débil o sólo testimonial, ahí podríamos enfrentar una segunda vuelta de la derecha.
“Kaiser es la fuerza nueva que irrumpió en la derecha”
-¿Diría que Kaiser es la novedad en la derecha, ya no lo es Kast?
-Sí, hoy es la novedad. Pero también es porque le habla a una derecha que es dura que uno creía que no existía, pero existe. Más asociada a Milei y a Trump. Esa derecha existe en Chile, no es mayoría hoy día, pero existe. Hoy día Kaiser es la fuerza nueva que irrumpió en la derecha, él va creciendo y está detrás de Matthei.
-A propósito de centroizquierda, Jaime Quintana ha dicho que si fuera candidata Bachelet sería un fracaso para esta generación que fue incapaz de levantar un liderazgo, ¿comparte esa mirada?
-O sea, perdón… me gustaría que estos personajes fuesen más autocríticos, porque yo, querida amiga, tengo 56 años de edad, llegué con 53 años al Parlamento y soy de la renovación de la DC. Entonces, que estos personajes nos vengan ahora a decir que sería un fracaso generacional, cuando ellos tenían el poder, tomaron las decisiones y se repartieron el poder entre los mismos. Yo quiero expresar con claridad mi visión política y es que hay una posibilidad presidencial con Bachelet, por la división en la derecha. ¡Si ahora todos están esperando hasta el día anterior a la inscripción para dejar el gabinete!
-¿Está hablando usted de Carolina Tohá?
-Estoy hablando de todos los que quieren ser candidatos, obviamente que incluyo a Tohá.
-¿Cree que Tohá aglutine a la centroizquierda?
-No, Tohá no aglutina a la centroizquierda, porque no hace ni el esfuerzo de aglutinar. Si uno quiere aglutinar hace el esfuerzo de convocar, de hablar, de dialogar, de invitar… Y en ninguno de esos verbos la veo activamente.