En medio de alza del dólar, Costa abre la puerta a que próximos recortes de tasa sean menores a los 100 puntos de julio
Lo más probable es que a fines de año la TPM se ubique entre 7,75% y 8%, dijo la presidenta del Banco Central en una actividad en la Cámara de Comercio de Santiago.
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No pasó inadvertido para el mercado cambiario local que la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa, sugiriera este jueves que los próximos pasos de flexibilización monetaria podría ser más atenuados que el mes pasado.
“El hecho que hayamos partido con un movimiento de 100 pb. no es indicativo de la magnitud de futuros movimientos, pues podrían ser menores. Eso es algo que decidiremos en función de cómo se comporte el escenario macro”, expuso la economista ante el el Comité de Finanzas de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
En este contexto, y animado por la expectativa de que la Reserva Federal podrían poner pausa a las alzas de los tipos de interés -luego de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EEUU diera señales de moderación en julio-, la divisa descendió $ 15,52 hasta $ 846,86.
Un curso que le dio la razón a Costa, quien aseguró que, pese a que el comportamiento del tipo de cambio en los últimos trimestres ha sido un “determinante relevante en la baja de la inflación”, este es un “tema en desarrollo”.
“El alza se ha dado en un contexto de un diferencial de tasas menor respecto del exterior, un cambio en la evaluación de riesgo de la deuda estadounidense y la evolución de la economía china”, explicó.
La economista destacó que “el esquema de metas de inflación con flotación cambiaria precisamente permite que movimientos del tipo de cambio, que pueden tener efectos relevantes en la inflación en el corto plazo, no se traduzcan en cambios en el cumplimiento de la meta de inflación a dos años”.
La presidenta del Banco Central recalcó que, por ahora, “las expectativas de inflación implícitas en los precios de activos financieros han tenido aumentos menores en los datos más recientes”.
“La evolución reciente de la inflación sigue mostrando una disminución más marcada de los componentes de bienes. La inflación de servicios cae más lento y alineado a lo proyectado, especialmente por el impacto de los procesos habituales de indexación de tarifas reguladas y salarios”, mencionó en la CCS.
La meta aún está lejos
Sobre el alza del IPC de 0,4% en julio -que implicó una moderación anual de la inflación a 6,5%-, señaló que “reafirma nuestra evaluación de que no hay un cambio relevante en el escenario de tasas”.
“Esperamos que la TPM siga reduciéndose, conforme la evolución de la economía y los determinantes de la inflación nos indiquen que la convergencia inflacionaria va en la dirección esperada”, agregó.
Sobre la decisión que tomaron en la Reunión de Política Monetaria (RPM) de julio, cuando se bajó la tasa en 100 puntos base (pb.), dijo que en dicha instancia evaluaron que “era razonable pensar que la TPM tendría recortes algo mayores a los considerados en el escenario central del IPoM”.
“La primera reducción de la tasa no es el fin de un ciclo ni el inicio de otro. Es solo el reflejo de que, tras haber avanzado en el proceso de ajuste de nuestra economía, la dosis de contractividad que se requiere es algo menor”, explicó sobre el proceso de recortes.
Y reiteró que “lo más probable es que a fines de año la TPM se ubique en niveles en torno a lo que indicaban las encuestas disponibles al momento de esa reunión. Esto es, una tasa entre 7,75% y 8%”.
Costa agregó que en el IPoM de septiembre se reevaluará el escenario a mediano plazo, la convergencia inflacionaria, y la política monetaria respectiva. “Por ahora, más allá de los avances logrados, es importante mirar en perspectiva que la inflación sigue alta, y que, si bien las proyecciones apuntan a su convergencia en el transcurso de 2024, la tarea está lejos de haberse concretado”, cerró.
Analistas anticipan que recortes de tasa del Banco Central la llevarían a 7,5% a fines de 2023