Solo unos días estuvo en el país el economista jefe para América Latina del Banco Mundial, William Maloney. Y, con la perspectiva que le dan sus décadas de conocimiento de la realidad local y tras reunirse con actores del mundo privado y público -insumo para el Informe sobre el desarrollo mundial de la entidad del próximo año-, su mirada sigue siendo optimista sobre las perspectivas para la actividad local.
Pero, advierte, es importante responder por qué Latinoamérica se ha quedado estancada en el camino, frente a los resultados globales, y cómo las naciones aprenden y acumulan las capacidades para estimular este crecimiento de forma más amplia.
El pronóstico de crecimiento para la región es de 1,4% para este añio y de 2,4% en 2024; en tanto que la inflación debiera bordear el 5%, en el actual ejercicio.
“Creo que si hay un país en la región que lo puede hacer, ese es Chile. A pesar de que sé que hay muchas inquietudes, sin embargo, tenemos gente muy capaz y reglas de juego bien establecidas”, afirma.
- En su último informe global, el Banco Mundial señaló que el mundo se enfrentaba a una "década perdida" en crecimiento. ¿La región está condenada a esto?
- Estamos saliendo de la pandemia y obviamente eso fue una época bastante dura. Pero nuestros pronósticos para el crecimiento son bien bajos, cerca de 1,4% este año y después como 2,4% en 2024. Es bastante bajo, no es suficiente para estimular la movilidad social ni reducir la pobreza.
La pregunta es ¿si eso es algo estructural o es puramente una cuestión de la pandemia o lo que pasó? El problema es que esas tasas de crecimiento son más o menos iguales de lo que experimentamos en la época de 2010, donde se crecía en 2,1% cuando el mundo estaba creciendo en 3,2%. Entonces, América Latina obviamente tiene algún problema en términos de cómo avanzar a una nueva etapa de crecimiento.
- ¿Cómo ve a Chile en este escenario?
- Chile es el caso quizás más interesante, porque han hecho tantas reformas, tantas cosas bien, tiene gente muy capaz. El hecho de que tienen bajas tasas de crecimiento, de productividad, es importante. Y obvio que hay posibilidades para crecer más y es necesario que crezcamos más. La pregunta es cómo.
Creo que tenemos, como región y como Chile, muchas oportunidades, ambos con la nueva alineación de comercio internacional que está en progreso, pero también con la economía verde. En donde Chile especialmente está muy bien posicionado no solo en términos de la matriz eléctrica, para hacer sus productos más verdes para exportación, pero también obviamente en el tema de litio y todo el tema de energía solar y eólica.
Entonces creo que tienen una nueva fuente de crecimiento. La pregunta es exactamente cómo apalancarla para crecer bien rápido y en forma inclusiva.
- Pero en Chile todos los gobiernos han realizado agendas de productividad, ¿cuál es su diagnóstico ahí?
- La educación es clave, pero también lo es el financiamiento. El desarrollo y la productividad en general es un proceso de apostar, entonces tenemos que tener a la vez gerentes que pueden evaluar proyectos de alto riesgo, pero también el financiamiento por los bancos o por fuentes de capital riesgo para hacer esas inversiones.
Si se mira, por ejemplo, cuáles países están invirtiendo en proyectos más riesgosos, son los países avanzados y puede ser que es una combinación de los gerentes, pero también de acceso a finanzas. Entonces tenemos que tomar este grupo de factores a la vez.
Además, hay un problema: 30% de los empresarios en América Latina dicen que no pueden crecer por falta de capital humano, por mano de obra calificada.
- Hace un par de semanas se presentó la estrategia nacional de litio, ¿debería estar enfocado también en un desarrollo más productivo?
- Yo creo que precisamente la tarea es entender cuál sería la mejor forma de apalancar esas oportunidades en hidrógeno verde y el litio para que tengamos un desarrollo más diversificado, más dinámico y no de, digamos, extracción.
- ¿Debería enfocarse más en la alianza público-privado?
- Le doy un ejemplo histórico: Chile en 1860 fue el exportador de cobre más importante en el mundo y el segundo fue Japón. Hoy en día tenemos tres empresas famosas japonesas: Sumitomo, Hitachi y Fujitsu, son financieras o de alta tecnología que empezaron como empresas de cobre. Entonces la pregunta es ¿dónde está el Hitachi chileno? Ahora tenemos el litio, ¿cómo vamos a hacer que a esos vínculos de sofisticación, este aprendizaje de cómo estar muy vinculado proceso para generar un proceso de desarrollo más general, más balanceado?
Crecimiento incierto
- ¿Cómo va a sortear América Latina el 2023? ¿Se va a ver impactada por esta desaceleración económica mundial y la recuperación de China?
- Hay varias cosas que afectan mucho el crecimiento de la región: los países avanzados están con tasas de interés muy altas, está frenando toda la economía global, los precios de materias primas también y el crecimiento en China es bastante incierto.
Por un lado, es un panorama para 2023 que no es muy optimista. Eso dicho, yo creo que vale la pena tomar un paso atrás y decir cómo andamos como región. Se dice que Estados Unidos agarra la gripe y América Latina tiene neumonía, ahora con crisis financiera y con pandemia el mundo contrajo neumonía y América Latina también, pero no fue mucho peor comparado con lo que pasó en los 90, por ejemplo.
- ¿Cuáles son sus proyecciones para la inflación?
- La inflación en América Latina y en Chile ha ido bajando en los últimos seis meses, se están haciendo progresos. Nuestra proyección para la región, y también Chile, es del 5% para este año y después lograr las metas en 2024. Si la inflación sigue resistente, entonces las tasas de interés podrían caer más lento.
- ¿La crisis bancaria en Estados Unidos podría afectar a la región?
- El sentimiento en los Estados Unidos es que lo están manejando bien. Y si realmente hubiera una fragilidad del sistema, la Fed no habría hecho lo que hizo. Entonces, hay cierta confianza que el problema está bien controlado en EEUU y los lazos entre esos bancos y el sistema bancario aquí son muy pocos.
Tenemos que estar pendientes, pero una cosa que sabemos es que la supervisión de bancos en la región, y en Chile, es bastante buena. Tienen reservas y muy pocos problemas hasta ahora con non performing loans. Creo que podemos ser optimistas ahora en esta dimensión.
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