Senado retoma proyecto de sala cuna, pero financiamiento y factor educacional dificultan la discusión

La necesidad de ampliar la implementación de sala cuna se posicionó con todo en el debate público este mes y, en la jornada de este miércoles, la Sala del Senado retomó la discusión de la materia.

La Sala de la Cámara Alta comenzó a analizar la idea de legislar el proyecto presentado por el exPresidente Sebastián Piñera, el cual -en líneas generales- modifica el artículo 203 del Código del Trabajo, eliminando el requisito de que las empresas deben contar con, al menos, 20 mujeres contratadas para otorgar el acceso al beneficio.

Dicha propuesta contempla la creación de una cotización de 0,1%, de cargo al empleador, por cada trabajador dependiente que tenga la empresa. Con esos recursos se creará un fondo que, dependiendo del tamaño de la empresa, les reembolsará a los empleadores lo que pagaron por concepto de sala cuna. En el caso de las PYME, será de 100%, a las medianas de 75% y a las grandes 50%.

“Tenemos que asumir que las salas cunas y jardines infantiles no son lugares donde se depositan los niños, son lugares para cuidarlos y estimulados para un desarrollo cognitivo”, dijo la ministra Orellana.

El debate

Y si bien a nivel general existe consenso en eliminar la barrera de las 20 mujeres -y así avanzar en cobertura-, la iniciativa enfrenta reparos.

Las intervenciones de los senadores demostraron que existen dos temas que complican el avance de la propuesta: la fórmula de financiamiento y el factor educacional.

La ausencia de este último pilar es un hecho clave que hicieron ver los parlamentarios oficialistas, entre quienes además hay consenso respecto a la cotización de 0,1% es insuficiente para financiar esta política pública.

“Nadie está en contra de suprimir la barrera de las 20 mujeres”, comenzó señalando la senadora socialista, Isabel Allende. Sin embargo, hizo ver que el proyecto debe mirarse de una forma integral, lo que implica también abordar el tipo de educación que recibirán los niños en estas instancias.

Su punto fue compartido por Claudia Pascual (PC), quien agregó que “el titular de la canción es compartido, pero el diseño de las estrofas de esta canción da cuenta de un modelo de proyecto que no va a beneficiar a todas las madres trabajadoras, ni a los padres, ni a los niños”, cuestionó. Agregó que la iniciativa da espacio a que aparezcan “guarderías comunitarias sin el componente educativo”.

Desde la UDI, el senador Gustavo Sanhueza se mostró a favor de la iniciativa, pero sinceró que debe tener ajustes. “En la comisión de educación hay claridad de que el proyecto se debe modificar (...) El centro deben ser nuestros niños y niñas, pero no podemos seguir postergando una discusión que lo que hace es perpetuar una discriminación hacia las mujeres”, planteó.

A su turno, el Gobierno reafirmó el compromiso de buscar un acuerdo en la materia y la disposición al diálogo para definir fórmulas que permitan avanzar en el tema.

“Estamos frente a una discusión relevante, porque estamos hablando de la primera infancia. No es algo que nos deje con ganas de pasarlo por alto, sino que queremos incidir en este proyecto”, sostuvo el ministro de Educación, Nicolás Cataldo. Bajo su mirada, lo más complejo es que el proyecto de la anterior administración “no considera el foco educativo”.

Su punto fue respaldado por la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, quien agregó que “tenemos que asumir que las salas cunas y jardines infantiles no son lugares donde se depositan los niños, son lugares para cuidarlos y estimulados para un desarrollo cognitivo”, dijo.

¿Qué hará el Ejecutivo? De acuerdo a lo expuesto por Orellana, si la oposición insiste en avanzar en el tema, aún no teniendo los recursos necesarios “tendremos la obligación de presentar una indicación sustitutiva. Como dicen los gasfiter, habrá que entrar a picar. Hay un problema grande en el proyecto”, expuso.

Con todo, la votación de la propuesta se verá en otra sesión de la Sala del Senado.