Socia de EY en EEUU: “Chile tiene la oportunidad de diferenciarse como un país con un sistema tributario estable”

La abogada dominicana Carmén Encarnación conoce bien a Chile. De hecho, ha seguido de cerca el debate tributario que se ha intensificado en el país en los últimos años. La socia de Consultoría en Tributación Internacional de EY en Estados Unidos estuvo virtualmente en el país el pasado 3 de diciembre, participando en un evento internacional virtual de tributación organizado por EY Chile, en el que participaron expertos de todo el mundo.

Uno de los temas que abordó la cita fue el debate fiscal en Estados Unidos, ad portas del cambio de gobierno, con la mira puesta en los cambios tributarios que impulsará el Presidente electo, Joe Biden.

"No podemos suponer que se aprobarán todas las propuestas del presidente electo Joe Biden, porque en la mayoría de los casos necesitan la aprobación del Congreso. El control del Senado se decidirá después de la segunda vuelta de las elecciones de Georgia el 5 de enero y será un factor definitivo para determinar la capacidad de las administraciones para promulgar cambios fiscales. Es demasiado pronto para suponer que los impuestos aumentarán en los Estados Unidos y que las principales características de la reforma fiscal de Donald Trump se revertirán", señala esta abogada con posgrados en la Universidad Antonio de Nebrija en España y en la Universidad de Nueva York.

- Respecto al caso chileno, ya se está discutiendo la posibilidad de una nueva reforma tributaria, la que sería la cuarta desde 2014. ¿Es saludable que haya reformas tributarias tan a menudo en un país?
- Latinoamérica se ha caracterizado por ser una región donde las reformas tributarias son recurrentes, cuando deberían ser la excepción. Un régimen fiscal estable y con reglas claras es parte de lo que debería ofrecer un país que busca atraer inversión extranjera. Chile debería buscar desvincularse de esta tendencia latinoamericana e intentar ofrecer mayor estabilidad fiscal, tal como lo ha hecho en los últimos años con otros temas, también importantes para los inversionistas.

Entiendo que el último período ha sido complejo desde un punto de vista político en Chile, pero tal vez este año pueda representar una oportunidad para consensuar un sistema tributario que goce de legitimidad y que pueda proyectarse de una vez como definitivo. Me parece que ahí está el desafío de Chile: encontrar consensos que permitan gozar de reglas claras y que no dependan del gobierno de turno. Por lo que me ha tocado conocer a Chile y su capacidad de diálogo, creo que lo van a poder lograr.

- ¿Cómo ven los inversionistas estadounidenses el escenario de impuestos en Chile?
- Los inversionistas se encuentran expectantes, sin duda. Por lo que he leído se ha discutido la posibilidad de un impuesto al patrimonio al igual que en otros países latinoamericanos como Argentina y México. Creo que más allá del tema puntual del impuesto patrimonial, vamos a ver en los próximos años una presión fiscal importante en muchos países, que probablemente lleve a discusiones sobre reformas tributarias, por lo que es la oportunidad de Chile de diferenciarse como un país con un sistema tributario estable, que brinde seguridad jurídica y que sea atractivo para inversionistas extranjeros.

Por su parte, los inversionistas americanos han tenido una larga tradición de llevar a cabo inversiones relevantes en Chile, el cual sigue percibiéndose como un país serio y atractivo para hacer negocios.

- ¿Influye en esa percepción el proceso de cambios institucionales en el país?
- Tener discusiones sobre temas tan fundamentales como esos no es per se algo negativo. Son propios de toda sociedad viva y que ha experimentado cambios en los últimos años. La clave está en que el proceso sea llevado a través de una discusión tolerante y con altura de miras, donde se pueda llegar a acuerdos entre personas con posiciones distintas.

Si luego de este proceso Chile tiene una nueva Constitución donde las instituciones sigan siendo fuertes, se le otorgue seguridad jurídica al inversionista y se comprenda que la inversión extranjera es necesaria para el desarrollo de todos los chilenos, no veo por qué la conclusión sea distinta a la que ha existido siempre, que Chile es un lugar atractivo para la inversión extranjera.

Por la naturaleza de la discusión sin duda puede verse este como un proceso riesgoso, pero confío en que los chilenos una vez más demostrarán al mundo que son capaces de ponerse de acuerdo y a través del respeto a la institucionalidad, acordar un marco jurídico que promueva la inversión.

- ¿Qué cambiaría del sistema tributario chileno?
- Uno de los principios fundamentales de todo régimen tributario debería ser tender a lograr cierta equidad horizontal, donde contribuyentes con situaciones económicas similares tributen de forma semejante. He visto en el sistema chileno muchos regímenes excepcionales, tasas diferenciadas según la jurisdicción del inversionista y reglas específicas por industria que hacen el sistema un tanto complejo. Tal vez buscar la consolidación de un régimen común y que las excepciones sean las menos posibles y con una justificación clara, pueda ser un camino interesante para explorar.