Pacto fiscal: rebajar el impuesto corporativo y aumentarlo a los dividendos enciende la discusión tributaria en el Congreso
La idea, analizada por Hacienda a partir de sugerencias de la CPC, es mirada con simpatía en el oficialismo y parte de la oposición, pero hay matices en ambas veredas.
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Si bien la atención del Gobierno y del mundo político está centrada hoy en el debate de la reforma de pensiones, aquello cambiará en los próximos días, situándose sobre un tema cuya discusión ha sido tanto intensa como larga: los impuestos.
Es que la próxima semana será clave para las conversaciones y la puesta en escena del pacto fiscal, liderado por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, ya que el Ejecutivo ingresará el proyecto de ley que refuerza el cumplimiento tributario de los contribuyentes.
Dicha iniciativa contempla temas como el reforzamiento del Servicio de Impuestos Internos (SII), la Tesorería, Aduanas y los Tribunales Tributarios y Aduaneros (TTA), así como medidas de la reforma tributaria original que generan resquemor en la oposición y los empresarios, como la aplicación administrativa de la Norma Antielusión y la creación de la figura del denunciante anónimo con fines tributarios.
Asimismo, también se espera que en los próximos días el Gobierno oficialice la convocatoria y metodología para iniciar el trabajo prelegislativo del proyecto con cambios al impuesto a la renta, que se presentará al Congreso en marzo, justo cuando se cumpla un año desde que se rechazó la idea de legislar de la reforma tributaria.
Hasta el minuto, el Ejecutivo ha tomado contacto con asesores técnicos y presidentes de partidos políticos para intercambiar insumos de cara a una mesa de trabajo que se extenderá por los próximos dos meses.
Con esto en mente, en Hacienda se encuentran analizando alternativas que aumenten los impuestos y, en combinación con los otros proyectos del pacto fiscal, permitan llegar a una recaudación adicional en régimen de 2,7% del PIB. Así, una idea que toma fuerza es reducir de forma importante el impuesto corporativo, desde el 27% actual a una cifra en torno al 23% (que es la mediana de los países de la OCDE), compensándola con un incremento a la tributación a los retiros de utilidades desde las empresas.
Esto último fue parte de lo propuesto por la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) y la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) a Marcel en una reunión en Teatinos 120 el miércoles de la semana pasada. Dicha alternativa es coherente con lo definido por Marcel en el borrador del pacto fiscal: que la rebaja del impuesto de Primera Categoría sea compensada con una tributación de las rentas personales sobre ingresos del capital y de las rentas más altas.
La idea es vista con simpatía en parte importante del Congreso, tanto en el oficialismo como en la oposición, aunque evidentemente con matices, a la espera de que el Ejecutivo muestre sus cartas.
Las dos almas en el oficialismo
El diputado PS e integrante de la comisión de Hacienda, Jaime Naranjo, plantea que lo "importante hoy es sacar adelante el pacto fiscal", por lo que valora la "flexibilidad" que muestra el ministro Marcel al acoger la propuesta de los empresarios: "Lo relevante es recaudar más. Si se cambia uno u otro impuesto y se logra el objetivo, enhorabuena. Y ojalá que salga del bolsillo de quienes más tienen", asegura.
Su par de dicha instancia, Jaime Sáez (RD), cree que hay una "genuina voluntad" de Hacienda de llegar a un acuerdo, lo que se refleja en señales como reducir de forma relevante el impuesto corporativo: "Es un ejercicio de realismo político difícil, pero entendemos que con esto se podría alcanzar el objetivo deseado, que es financiar políticas sociales. Mi leimotiv hoy es que a gastos permanentes, ingresos permanentes".
El jefe de bancada DC y representante de la tienda en la comisión de Hacienda, Eric, Aedo, ve "muchas posibilidades" de avanzar en los temas de control a la evasión y la elusión, así como los cambios a permisos para proyectos de inversión: "Pero sigo creyendo que es muy complejo avanzar en subidas de impuestos si van a estar asociados a los segmentos medios de la población, como clase media, profesionales y emprendedores. También hay que analizar qué pasa con este nuevo impuesto si los dividendos no se retiran".
Más duro es el diputado PC de dicha comisión, Boris Barrera, quien califica como un "caradurismo" que los gremios empresariales pidan reducir el impuesto a las utilidades "para favorecerse solo a ellos".
"Estas posiciones van en contra de lo que necesitamos, que es recaudar más para poder cubrir todas las demandas que Chile necesita. Seguiremos insistiendo en que no es el camino y que se mantenga el impuesto corporativo para las grandes empresas", matiza.
En el Senado, el representante de la tienda en la comisión de Hacienda, Daniel Núñez, comparte la visión de Barrera, aunque con un cierto matiz: "Consideramos que la carga al impuesto de Primera Categoría en Chile es justa, ya que somos de los pocos países del mundo que tenemos sistema tributario semiintegrado. Si se avanza en un sistema tributario totalmente desintegrado y a la par se dan impuestos que graven al capital, hay espacio para discutir propuestas de ese tipo", explica.
La presidenta de la comisión de Economía del Senado, Loreto Carvajal (PPD), considera "razonable y sensato" el planteamiento de Marcel de aumentar los tributos a las rentas al capital y reducirlo a las empresas: "Lo respaldamos porque armoniza los incentivos al crecimiento con sustentabilidad fiscal y esperamos que reúna un amplio acuerdo transversal entre los actores políticos".
Mientras que la jefa de bancada de la DC, senadora Yasna Provoste, se declara más cercana a la propuesta original de pacto fiscal, de reducir la tasa de Primera Categoría a 25% y compensarla con alzas de impuestos a las personas de más altos ingresos: "No compartimos la propuesta de bajar la tasa impositiva de las empresas a 23%, ni ampliar la base tributaria de los impuestos personales, porque eso último es hacer pagar impuestos a una clase media empobrecida", lanza.
La oposición a la espera
Si bien valora que se esté hablando de incentivos al crecimiento, como una rebaja a la tasa corporativa, el representante de Republicanos en la comisión de Hacienda de la Cámara, Agustín Romero, señala que está "conversando" con técnicos de la tienda para aterrizar las implicancias que podría tener en crecimiento, inversión y ahorro un impuesto más alto a los dividendos: "El impuesto corporativo hoy es alto, pero hay que ver el efecto que pueden tener alzas tributarias en otros componentes. Hay que esperar y ver el proyecto cuando ingrese al Congreso".
La diputada independiente exRN, Sofía Cid, califica como una "buena idea" la rebaja al tributo corporativo, ya que tendría efectos "positivos" en la inversión: "En cuanto al gravamen que se impondría a la distribución de utilidades, también creo que es una decisión que apunta en una dirección correcta, pues ello implicaría el aumento del ahorro de las empresas y de la reinversión de estas últimas".
Miguel Mellado, diputado RN de la comisión de Hacienda, valora la propuesta de los empresarios de igualar el impuesto corporativo a la mediana de la OCDE, la que califica como una idea para "atraer mayor inversión que redundaría en mayor empleo y, por consiguiente, mayores impuestos". Eso sí, vuelve a cerrar la puerta a incrementos de otros impuestos: "El gobierno está notificado que vamos a rechazar cualquier intento de aumento de impuestos".
El legislador UDI de la citada comisión, Guillermo Ramírez, adelanta que está disponible a analizar "todas las herramientas proinversión que quiera proponer el Gobierno, pero no estamos dispuestos a subir los impuestos a las empresas". Dice que una rebaja al tributo de Primera Categoría debiera ser gradual y una "señal" para atraer nuevos proyectos de inversión.
Mientras que desde el Senado, el presidente de la Cámara Alta y representante UDI en Hacienda, Juan Antonio Coloma, reconoce que hay "diferencias" con el Gobierno respecto al diagnóstico de la situación económica, ya que -dice- el Ejecutivo plantear subir los impuestos y la oposición reducirlos justamente para impulsar la actividad: "Lo que necesita Chile es una agenda de crecimiento, una agenda de segundo tiempo para volver a crecer, generar inversión y empleo. Y todo eso es muy distinto a lo que plantea el Gobierno a través del pacto fiscal".