Dura derrota para el gobierno: Cámara de Diputados rechaza la idea de legislar la reforma tributaria
El texto no alcanzó la mayoría simple necesaria para superar su primera valla legislativa. Así, la iniciativa no podrá continuar su trámite, a menos que el Ejecutivo insista en el Senado.
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Una dura derrota sufrió el gobierno esta tarde, luego de que la Sala de la Cámara de Diputados rechazara la idea de legislar del proyecto de reforma tributaria, que cumple su primer trámite constitucional y que no contó con los votos necesarios para superar su primera valla en el Congreso.
Así, apenas 73 diputados votaron a favor del texto, mientras que 71 lo rechazaron y 3 se abstuvieron.
De esta forma, no se logró el quórum necesario para aprobar la normativa, que requería mayoría simple (50 + 1), ya que las abstenciones se suman al rechazo. Así, el umbral que requería el Ejecutivo, con los 147 diputados presentes en la sesión, era de 74 votos.
El efecto práctico de la oposición a la idea de legislar es que el texto termina su tramitación y no puede volver a presentarse un proyecto similar en un plazo de un año por la cámara de origen, que en este caso era la Cámara de Diputados.
Sin embargo, el Ejecutivo podría insistir con la iniciativa en el Senado.
El proyecto busca aumentar la recaudación de impuestos en el equivalente a 3,6% del Producto Interno Bruto al cabo de cinco años, con parte importante de los mayores gastos que se destinarán a mejoras en salud, educación, pensiones, el Sistema Nacional de Cuidados y desembolsos en modificaciones al sistema productivo del país.
El rechazo del texto supone una dura derrota para el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien el lunes se había mostrado "confiado" en que estaban los votos suficientes para aprobar la normativa en su primer trámite.
Todo esto, considerando en que durante los ocho meses de tramitación en la Corporación, el Ejecutivo estableció mesas de trabajo con asesores técnicos de los parlamentarios, con las Pymes, las auditoras y los gremios empresariales, que dieron forma a la presentación de 90 indicaciones al texto y la aprobación de la mayoría de las normas en la comisión, exceptuando siete.
Así, se modificaron artículos como el impuesto a la riqueza, la nueva tributación por arriendos de viviendas DFL-2, se incluyeron nuevos beneficios impositivos a cuidados de personas mayores, se acotó el aumento del impuesto corporativo para las Pymes, se modificó la tasa y base del nuevo tributo a las utilidades retenidas, y se creó un nuevo fondo de créditos tributarios para incentivar la inversión por US$ 500 millones, entre otras modificaciones.
Sin embargo, aquello no fue suficiente para convencer a los sectores independientes y de oposición, quienes solicitaron no perseverar en temas que consideraban dañinos para la inversión, el crecimiento y la clase media, como el gravamen a los altos patrimonios, el nuevo impuesto a las utilidades retenidas y el tratamiento como renta de los ingresos percibidos por arriendos de viviendas, entre otros.
También, los diputados de oposición criticaron el tono de la discusión en la comisión de Hacienda de la Cámara, donde acusaron que el Ejecutivo "pasó la máquina" en algunas votaciones y no se abrió a modificaciones de fondo al proyecto. Aquello ha sido rebatido en numerosas oportunidades por Marcel.
Los votos que faltaron
La jornada se abrió en un ambiente de alta incertidumbre, debido a que la bancada de la Democracia Cristiana (DC) había puesto en duda sus votos para la aprobación de la idea de legislar, haciendo cuesta arriba para el Ejecutivo alcanzar los sufragios mínimos para despachar el texto al Senado.
Sin embargo, temprano en la sesión los diputados Ricardo Cifuentes -representantes de la falange en la comisión de Hacienda- y Alberto Undurraga -presidente de la tienda- comprometieron los votos del partido, señalando que no podían "detener" la discusión, pese a enfatizar la necesidad de "mejoras" en algunos puntos relacionados a Pymes e incentivos a la inversión.
Sin embargo, los cálculos del gobierno se quedaron cortos, ya que la derecha -UDI, RN, Evópoli y Partido Republicano- se alineó votando en contra de la iniciativa, al igual que algunos independientes exDC como Joanna Pérez y Miguel Angel Calisto, así como los legisladores del Partido de la Gente (PDG) Rubén Oyarzo y Yovana Ahumada. El exradical y exDC Andrés Jouannet también se abstuvo, igual actitud que tuvo el exPDG Gaspar Rivas.
Asimismo, pesó la ausencia de ocho parlamentarios en la Sala a la hora de votación, como las oficialistas Claudia Mix y Lorena Fries (ambas estaban pareadas con otros diputados), Mónica Arce y la ecologista Viviana Delgado, quien había tenido un altercado el martes con el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila. La diputada Pamela Jiles del Partido Humanista tampoco estuvo en Sala al momento de la votación.