Aumentan a casi 120 los establecimientos contaminantes que estarían afectos al impuesto verde en 2023
Nuevo criterio, vigente a partir de la reforma tributaria de 2020, amplió el alcance del gravamen. En 2022, 89 fuentes integraban el listado del Ministerio de Medio Ambiente.
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Han pasado casi diez años desde la tramitación de la reforma tributaria del segundo gobierno de Michelle Bachelet, que implicó un cambio de paradigma del sistema impositivo con el propósito de recaudar un 3% del Producto Interno Bruto (PIB) en régimen.
Una de esas modificaciones se relacionó con la incorporación de los denominados “impuestos verdes”, que hoy vuelven a la palestra con las modificaciones que prepara el Ejecutivo en el marco de la “reforma fiscal verde” que presentará a fines de este mes.
Uno de los gravámenes que creó la reforma de 2014 fue el que se aplica a las fuentes contaminantes fijas, estableciendo un impuesto anual a beneficio fiscal que gravará las emisiones al aire de material particulado, óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre, y dióxido de carbono, producidas por establecimientos cuyas fuentes fijas, conformadas por calderas o turbinas, individualmente o en su conjunto, sumen una potencia térmica mayor o igual a 50 MWt (megavatios térmicos).
Cada año, el Ministerio del Medio Ambiente publica un listado con las fuentes contaminantes obligadas a informar sus emisiones y que potencialmente estarían afectas al gravamen, cuya versión más reciente trae una serie de novedades.
La principal es que este año aumentó de forma considerable la cantidad de establecimientos contaminantes obligados a dar cuenta de sus emisiones y que estarían afectos al gravamen, al pasar de 89 en 2022 a 119 en 2023.
La resolución individualiza a las plantas, complejos industriales, centrales y fábricas que cumplen con los requisitos de la autoridad, los cuales se ubican en todo el país y pertenecen a sectores como la minería, la pesca, la agroindustria, la electricidad, forestal, manufacturas, alimentación, producción de cemento y la siderurgia, entre otros (ver tabla).
Nuevo criterio
En el Gobierno explican que el crecimiento en la cantidad de fuentes posiblemente afectas se debe a la entrada en vigencia de un cambio legal proveniente de la reforma tributaria de 2020, que amplió los criterios de aplicación del impuesto.
Así, se estableció como condición la emisión al aire de los materiales contaminantes ya señalados de parte de los establecimientos, pero cuyas fuentes ahora emitan 100 o más toneladas de material particulado, o 25.000 o más toneladas anuales de dióxido de carbono.
Además de modificar el componente base de aplicación, se eliminó la referencia exclusiva a “calderas y turbinas”.
El listado de la autoridad contempla a las fuentes que emiten 50 o más toneladas anuales de material particulado, o 12.500 toneladas o más de dióxido de carbono.
Basado en dicho documento, la Superintendencia de Medio Ambiente determina los contribuyentes efectivamente gravados, por lo que el listado puede no incorporar a empresas que sí estén obligadas a informar y teóricamente a tributar.
De hecho, el regulador medioambiental aprobó en enero un plan de fiscalización del cumplimiento del impuesto verde para este año, que contempla 85 procesos de escrutinio medioambiental en terreno, con un presupuesto de $ 73,1 millones.
Alta recaudación
Según datos de la Tesorería General de la República, en 2022 el gravamen a las fuentes fijas dejó un alto rendimiento para las finanzas públicas.
Así, se recaudaron $ 146.649 millones en 2022, lo que al tipo de cambio actual significan US$ 184 millones en ingresos para el Fisco. Esto implica un crecimiento de 16,2% respecto al ejercicio previo.
Esto, a pesar de que, según registros de la Tesorería, la cantidad de contribuyentes que realizaron el pago se redujo levemente, desde 276 a 272 comparado con 2021.
Un impuesto a los márgenes: lo que analiza el Gobierno
El Ejecutivo se encuentra afinando los detalles finales del proyecto de ley de “reforma fiscal verde”, el que modificará la base, tasa y aplicación del impuesto específico al diésel, así como creará incentivos fiscales para la reducción de emisiones de parte de personas y contribuyentes de sectores como el transporte.
Pero también ajustará el impuesto a las fuentes fijas contaminantes. La semana pasada, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, señaló que se establecerá que el impuesto aplicará no por todas las emisiones de un contribuyente que superen los umbrales establecidos -como hoy-, sino que se gravará el monto que supere un umbral específico para la industria respectiva.
O sea, será una tasa marginal que se aplicará sobre el saldo de emisiones que esté por encima de lo fijado por la autoridad.
Gobierno inicia hoy el trabajo prelegislativo de la
“reforma fiscal verde” en semana clave para su agenda
La semana que parte hoy será intensa en la agenda tributaria del Ministerio de Hacienda. Mañana concluyen los diálogos sociales convocados para retomar la vía legislativa de la reforma tributaria, con la participación de representantes de gremios empresariales, sindicatos, profesionales del Servicio de Impuestos Internos (SII), expertos del mundo tributario y de la contabilidad, organizaciones de la sociedad civil, universidades y representantes de pequeñas y medianas empresas (PYME).
La sesión del martes se destinará para sistematizar las conclusiones de las mesas de trabajo, así como los consensos y disensos alcanzados. Luego, comenzará una ronda de consultas con partidos políticos para abordar la factibilidad de retomar la vía legislativa de la reforma.
En la misma jornada, se votará en la comisión de Hacienda el proyecto de royalty a la minería, con nuevas indicaciones ingresadas la semana pasada por el Ejecutivo.
Como si fuera poco, hoy lunes Teatinos 120 iniciará el trabajo prelegislativo de la “reforma fiscal verde”, con un almuerzo con los parlamentarios oficiales de la comisión de Hacienda de ambas cámaras.