Por G. Cerda
Tras cinco rondas de negociación durante 2013, el acuerdo Trade in Services Agreement (TISA) está definiendo los textos consolidados de la negociación por áreas sectoriales y de acceso a mercados. El acuerdo, que surgió como una manera de revitalizar el multilateralismo, busca conformar un acuerdo plurilateral de servicios entre miembros de diversas economías pertenecientes a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y busca la liberalización del comercio de servicios, actualizar las reglas que regulan el sector y un mayor acceso a mercados.
Actualmente 50 economías participan del proceso, lo que representa una población de 1.588 millones de personas, un PIB total de US$ 48.820 miles de millones, que equivale al 68% del PIB mundial.
En este escenario, y tal como lo explica Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), el interés de Chile apunta a las propuestas que se han presentado en disciplinas como el movimiento de personas; transporte aéreo; y reglamentación doméstica.
Según explica el director general de Direcon, Álvaro Jana, “exportar servicios significa exportar inteligencia, talento, innovación y valor agregado. Tenemos la posibilidad de apostar por el sector en forma decidida, desarrollando programas ambiciosos en beneficio de las empresas y liderando la internacionalización del sector, de modo que la posibilidad de liberalizar más este tipo de comercio a través de un acuerdo como TISA es una muy buena noticia”.
De hecho, la actualización de las disciplinas, agrega el titular de la Direcon, entrega predictibilidad y certezas a los flujos comerciales. Según estimaciones de Direcon, el 2003 las exportaciones nacionales de servicios registraban envíos por apenas US$ 5.103 millones.
Al año 2012, según datos de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Chile exportó US$ 12.626 millones en servicios, de los cuales US$ 3.699 millones correspondieron a servicios de mayor valor agregado, denominados “servicios no tradicionales”.
Con esto, la exportación de Servicios en Chile representa hoy alrededor del 14% de los envíos totales. Uno de los sectores que ha emergido con fuerza es el de videojuegos, donde empresas chilenas han desarrollado productos propios, aumentando sus niveles de facturación, llegando a recaudar US$ 8 millones en 2012, la que se espera aumente a US$ 15 millones en 2014.
Otro ejemplo se evidencia en la cadena de valor de los servicios asociados a la producción de vino chileno, como el packaging, asesorías profesionales, diseño y producción de botellas y corchos, entre otros.