Esta es una de las formas más rápidas y económicas de mitigar el cambio climático y que las firmas energéticas están ignorando

Muchas compañías de petróleo y gas están ignorando una de las formas más rápidas y económicas de enfriar el planeta, según muestran los datos publicados por la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su informe anual de seguimiento de metano.

Las empresas de combustibles fósiles emitieron más de 120 millones de toneladas métricas de metano en 2022, apenas por debajo del récord establecido en 2019. Si bien las fugas muy grandes detectadas por satélite se redujeron en un 10%, las operaciones globales de petróleo y gas aún emitieron el equivalente de lo que liberó la fuga masiva de Nord Stream en promedio todos los días, según el rastreador de metano de la AIE. La mayor parte de eso es el resultado de lo que se conoce como liberaciones "que no son de emergencia" que incluyen quema y son evitables.

Las empresas de energía todavía liberan gas natural de forma rutinaria, que se compone principalmente de metano, durante el mantenimiento regular o lo queman a través de una antorcha. Pero las tecnologías de recuperación de gas nuevas y existentes pueden aspirar muchas emisiones planificadas antes de que tengan la oportunidad de ingresar a la atmósfera, lo que hace que la necesidad de la mayoría de las emisiones sea obsoleta.

“Detener todas las quemas y venteos que no sean de emergencia es la medida más impactante que los países pueden tomar para reducir las emisiones de metano de las operaciones de petróleo y gas”, dijo la AIE en su informe anual publicado el martes.

Alrededor del 80% de las opciones para reducir las emisiones de metano del petróleo y el gas a nivel mundial podrían implementarse sin costo neto en función del aumento de los precios del gas natural el año pasado, dijo la AIE. Eso es porque el gas capturado se puede vender con una ganancia. Reemplazar bombas, instalar nuevas unidades de recuperación de vapor, utilizar tecnologías de captura de purga e implementar mejores métodos de detección de fugas son solo algunos de los enfoques que los operadores pueden usar para frenar sus emisiones.

Más de 260 mil millones de metros cúbicos de gas natural se desperdician a través de la quema y las emisiones anuales, de los cuales la AIE estima que más de las tres cuartas partes podrían transportarse a los mercados. Esa cantidad de combustible fósil es mayor que las importaciones de gas de la Unión Europea desde Rusia antes de la invasión de Ucrania por parte de ese país, dijo la AIE.

La energía es el mayor contribuyente a las emisiones provocadas por el hombre después de la agricultura y la ganadería. Los científicos dicen que las emisiones de petróleo, gas y carbón ofrecen algunas de las soluciones más baratas y rápidas para frenar el gas de efecto invernadero invisible.

El aumento de datos, incluso a través de observaciones satelitales, ha elevado el nivel de responsabilidad de los emisores de metano. Las emisiones también están llamando más la atención a medida que los gobiernos buscan formas de cumplir los objetivos climáticos: unos 150 países se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 30% para fines de la década desde los niveles de 2020 a través del Compromiso Global de Metano.

Algunos operadores de combustibles fósiles están logrando avances en la reducción de sus emisiones. La iniciativa Oil & Gas Methane Partnership 2.0 lanzada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Coalición de Aire Limpio está trabajando con docenas de operadores para reducir las emisiones del sector.

Algunos países también están instalando regímenes regulatorios más estrictos. A partir del próximo año, la Agencia de Protección Ambiental de EEUU impondrá multas a las instalaciones de petróleo y gas que excedan los umbrales de liberación de metano.

El rastreador de metano de este año también incluye un informe detallado sobre las emisiones de metano del carbón. Aunque existen soluciones técnicas para capturar los gases de efecto invernadero que pueden escapar cuando se trituran las rocas sedimentarias o se exponen las vetas de carbón, los legisladores no deben asumir que la industria tiene los incentivos adecuados para tomar medidas voluntarias, dijo la AIE.

“La mayoría de las oportunidades de mitigación no son rentables sin las externalidades de precios” en el sector del carbón, según el informe. “En tales casos, la política y la regulación se pueden utilizar para cambiar los incentivos de la empresa. Se necesitarán estrategias sólidas para superar las barreras técnicas, institucionales y económicas para la reducción del metano en las minas de carbón”.

El carbón, el petróleo y el gas natural fueron responsables cada uno de unos 40 millones de toneladas de emisiones de metano el año pasado, dijo la AIE. Otros 5 millones de toneladas fueron emitidos por equipos de uso final. El sector de la bioenergía fue responsable de otros 10 millones de toneladas.

Bloomberg Green ha utilizado observaciones satelitales desde julio de 2020 para identificar alrededor de 70 emisiones de metano que parecían estar relacionadas con los sectores de energía y desechos, incluidas casi dos docenas en los EE. UU. La cobertura ha desencadenado múltiples investigaciones gubernamentales en los EE. UU.