El impacto ambiental de la mega fuga de metano en gasoducto ruso en el mar Báltico
Exministro advierte que los países podrían replantearse considerar al gas natural como una solución transitoria entre las energías fósiles y las limpias.
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A inicios de esta semana, ocurrieron una serie de fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, propiedad de la compañía estatal rusa Gazprom, en el mar Báltico, los que abastecen a países europeos. Se estima que la emanación supera las 100 mil toneladas de metano -gas de efecto invernadero y uno de los responsables del cambio climático- convirtiéndose en la fuga más grande registrada de este elemento.
Marcelo Mena, exministro del Medio Ambiente y hoy director del Global Methane Hub, alerta que el metano “puede atrapar el calor cerca de 86 veces más que el dióxido de carbono (CO2), afectando mayormente al calentamiento global y haciendo que sea más nocivo para el medio ambiente”.
Explica que en el corto plazo, el metano liberado a la atmósfera en el hemisferio norte contribuirá a elevar los niveles de ozono troposférico -presente a nivel del suelo- el cual es un contaminante que “causa daño a la salud de las personas y afecta la productividad de las cosechas, haciendo que se dañen algunos cultivos”.
Por otro lado, señala que la vida atmosférica del metano es de 12 años, por lo tanto, durante la próxima década “este incidente va a aportar al calentamiento global, contribuyendo al derretimiento de los hielos en el ártico”.
Transición energética
Mena afirma que en Chile y el mundo se empezará a cuestionar la decisión de considerar al gas natural como una solución de transición de combustibles fósiles a limpios, ya que “las fugas de metano en toda la producción de gas natural son muy altas y prácticamente inevitables”.
En este contexto, señala que la comunidad internacional ya había lanzado satélites para monitorear fugas de gases, como el metano, lo que estima se profundizará. “Cada punto del planeta va a ser medido varias veces al día y, por tanto, las fugas no van a pasar desapercibidas y podrán prevenirse de mejor forma”, dice.
Mena comenta que a inicios de 2023, un satélite de la iniciativa internacional Carbon Mapper comenzará a medir fugas de metano por todo Chile, -con apoyo de aviones-con el fin de que estas sean reportadas como parte de las emisiones del país y determinar “en qué sectores se deben poner los esfuerzos para mitigarlas”.