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La pandemia causó estragos en la vida de muchísimas personas, y también en las empresas, pero al mismo tiempo abrió algunas puertas para habitar y experimentar espacios que aún no habían sido explorados. Muchos profesionales del mundo corporativo -y sus familias- aprovecharon la nueva modalidad de teletrabajo para cambiar de ambiente y reinstalaron sus residencias en el campo, la montaña o la costa.
Workation es un término anglosajón que nace de la unión de las palabras work y vacation (trabajo y vacaciones en español), y se refiere a un estilo de vida que, hasta antes de la pandemia, sólo era posible para los freelancers. Con el Covid-19 y el obligado trabajo remoto, en algunos casos, se hizo más fácil mantener una vida laboral activa, y a la vez disfrutar de aquellos lugares que sólo visitábamos por un par de semanas al año.
A quienes tienen la oportunidad de vivir la experiencia, además de respetar todas las medidas sanitarias por la pandemia, deben poner atención en estructurar una rutina que les permita cumplir con sus obligaciones laborales, considerando el uso horario, las condiciones del entorno y una conexión Wi-Fi estable. Es más, ya circulan en Internet rankings con los mejores destinos para vivir en workation, con ciudades que tienen buenas cadenas de cowork y hospedajes óptimos para el teletrabajo, e incluso señalan los países que ya cuentan con una visa especial para los nómadas digitales.
Según Infobae, “el perfil de los nómadas digitales es principalmente el de millennials –el 62% con edades entre los 26 y los 36 años–, sin responsabilidades familiares y con ingresos que van desde los 1.000 hasta los 5.000 euros mensuales”.
Esta experiencia también le permite a quienes la viven reencontrarse con sus propósitos, empoderarse y mejorar la calidad de vida gracias al contacto con la naturaleza y el conocimiento de otras culturas. Todo ello sin dejar de lado la vida laboral corporativa.
En mi caso, en enero de 2021 tomé la decisión de vivir en modo “workation”, trabajando remoto desde Costa Rica, México, Estados Unidos, Europa e India donde conocí a otros nómadas digitales de distintas partes del mundo, que al igual que yo, también habían descubierto una nueva forma de vida. Después de un año de haber experimentado esta nueva modalidad de trabajo regresé a Chile y hoy, recordando los innumerables atardeceres, auroras boreales, diversidad de sabores y cautivadora naturaleza, pienso en lo que realmente puede significar una vida personal y laboral balanceada.
A propósito de las nuevas condiciones laborales que están ofreciendo las FinTech y la banca para atraer o retener talento joven, no está de más considerar el workation como una realidad emergente.
