El costo del seguro de longevidad
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Tomás Flores
En el debate sobre la reforma previsional ha resurgido la propuesta de truncar las tablas de mortalidad y crear un seguro de longevidad para aquellos que traspasen el valor truncado por la autoridad.
En la actualidad, la tabla de mortalidad para el período 2023-2029, construida en base a los datos demográficos efectivos, fue presentada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y la Superintendencia de Pensiones (SP) a mediados del año pasado. Así, las cifras actualizadas estiman una expectativa de vida a 2023 de 86,6 años para un pensionado hombre de 65 años de edad y de 90,8 años para una pensionada mujer de 60 años de edad.
Se mantiene, al igual que en las tablas anteriores, 120 años como la expectativa máxima de vida, en donde un hombre de 65 años tiene un 0,02% de probabilidad de llegar a los 110 años, esto es equivalente a decir que dos de cada 10.000 hombres llegarían a esa edad. A su vez, para una mujer de 60 años, la probabilidad de alcanzar los 110 años es de un 0,22% es decir, 22 de cada 10.000 mujeres llegarían a los 110 años de edad.
Estos parámetros deben ser incorporados para calcular la pensión de los afiliados y beneficiarios que se van a pensionar en la modalidad de retiro programado, así como para determinar las reservas técnicas que las compañías de seguros de vida deben constituir para respaldar las rentas vitalicias de los asegurados y sus beneficiarios; también, para calcular los aportes adicionales del seguro de invalidez y sobrevivencia, y las reservas para respaldar el pago de dichos aportes.
Supongamos ahora que el Gobierno decreta que las personas viven hasta los 80 años, por ejemplo, y en el momento de jubilarse les hacen los cálculos con ese supuesto. Evidentemente la pensión obtenida es mayor que la actual, debido a que la expectativa de vida fue truncada a los 80 años. Ahora bien, en el evento que alguien siga vivo después de los ochenta años, ya se gastó todos los ahorros y, por tanto, la pensión post 80 años proviene del seguro de longevidad. La pregunta que aparece es, ¿cuánto costaría ese seguro?
Berstein y Morales (2021) realizaron los cálculos y estiman que si se desea que el seguro de longevidad cubra el 100% de la primera jubilación y se active a partir de los 80 años, la cotización a pagar durante la vida laboral será de 3,07% del salario de los hombres y 3,71% para las mujeres. En cambio, si se establece que el seguro se activa a los 90 años y también sea equivalente a la pensión original, la cotización sería de 0,8% y 1,26% respectivamente.
Tal como es posible apreciar fácilmente, el trámite legislativo llevaría a que la tabla de mortalidad sea truncada cerca de los 80 años, por debajo de las expectativas de vida actuales, ya que ello incrementa las pensiones, pero a un costo de más de 3 puntos de cotización, lo que implica que más de la mitad de los 6 puntos en discusión serían usados en este seguro. Todo esto realza la importancia de saber los costos y beneficios de una política pública antes de embarcarse en ella a cambio de un puñado de votos.
Tomás Flores
Economista, Libertad y Desarrollo