Programa de vivienda: Medida de estímulo clave para la economía
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César Pérez-Novoa, Co Head de Research para Latam BTG Pactual
Hace algunas semanas el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet anunció que estudiará aumentar en US$ 1.200 millones los subsidios para financiar acceso a la vivienda.
El plan tiene tres objetivos: beneficiar a la clase media, la construcción de 35.000 hogares dentro del rango de precios de subsidios y apoyar a BancoEstado en la entrega de créditos hipotecarios. Creemos que -para el Ejecutivo- la implementación de esta iniciativa, sumada a los proyectos de inversión en infraestructura de carreteras, será clave para dar una respuesta a la desaceleración económica.
El programa busca crear 90.000 puestos de trabajo en el sector construcción, que ha sido duramente golpeado producto del freno de la economía en Chile. De acuerdo al último informe de empleo, este rubro cayó 2,3% entre septiembre y noviembre de 2014, mientras que en el cuarto trimestre del año pasado la venta de nuevas viviendas bajó 3,9% respecto del mismo periodo de 2013.
El programa de vivienda se centra actualmente en el subsidio por el lado de la demanda habitacional. Familias de ingresos bajos y medios pueden postular a un subsidio para obtener su primera vivienda, cuyo precio debe estar por debajo de cierto rango (actualmente UF 2.000) y la ayuda se entrega en forma de pagos hipotecarios. Las actividades de construcción deberían comenzar durante la primera mitad de 2015, con precios de las viviendas dentro del rango de precios de subsidios, aunque los mecanismos de esta operación aún no han sido revelados en detalle.
El programa incluye además un subsidio de desempleo, con la finalidad de fortalecer la capacidad crediticia de los beneficiarios del programa. Esta decisión tiene como objetivo repartir la carga financiera en el sistema bancario completo, en vez de sólo concentrarla en el banco estatal. La gerencia de BancoEstado ha subrayado su compromiso de emitir hasta US$ 1.000 millones en créditos hipotecarios para vivienda en 2015, cantidad similar a la de 2014.
Aunque esta disposición era en general esperada, la consideramos positiva para la renta variable relacionada al sector demanda, ya que debería impactar directamente en las empresas constructoras y bancos e indirectamente en los segmentos de consumo y retail. Dependiendo de su cumplimiento, las nuevas medidas podrían ayudar a darle un impulso a la alicaída confianza empresarial.