José Miguel Benavente

Conocimiento tácito y la relevancia de lo local

Por: José Miguel Benavente | Publicado: Miércoles 18 de junio de 2014 a las 05:00 hrs.
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El conocimiento, en cuanto bien económico, tiene un conjunto de características particulares. Una de ellas, ya discutida en esta tribuna, es su carácter de cuasi bien público. Ello implica que se hace muy difícil para quienes lo desarrollan capturar los beneficios económicos aparejados pues aplican los principios de no-exclusión y no-rivalidad en el consumo. El problema no tiene que ver con apropiarse del conocimiento, sino de los beneficios económicos que pudieran generarse a partir de él. Bajo esta situación, quienes busquen generar rentas privadas invirtiendo en su generación tendrán pocos incentivos a hacerlo.

Esta falla de mercado justifica el accionar público ya sea participando directamente en su desarrollo (institutos y/o universidades públicas) o financiando dicha tarea ejecutada por terceros (universidades, laboratorios o empresas privadas). Uno de los temas más complejos que se derivan de esta situación se refiere a quién es el dueño de dicho conocimiento, tema que abordaremos en una futura columna. 
Pero hay otra característica muy relevante del conocimiento desde el punto de vista del diseño de políticas públicas. Y tiene que ver con su componente tácito. Se trata de aquella parte del conocimiento que no puede ser codificado en documentos, manuales o papers académicos.

Se trata del saber que se transmite entre personas como resultado de su interacción recurrente en torno a algún tema o disciplina en particular: científica, tecnológica o productiva. Y, evidentemente, el número de interacciones afecta la velocidad de generación y transmisión de dicha parte tacita. De allí la relevancia que tienen las masas críticas para acelerar dicho proceso. Es más eficiente tener varios investigadores juntos en un lugar geográfico común que todos repartidos trabajando en forma aislada. Y este efecto es más importante aún mientras más relevante es la parte tácita del conocimiento.

Para el caso de ciencias abstractas como la matemática, dado que parte de su quehacer incluye justamente formalizar el conocimiento mediante axiomas, teoremas y fórmulas, en términos relativos contiene menos componentes tácitos comparativamente con el caso de biotecnólogos que desarrollan una solución para un problema en la lixiviación del cobre. Si bien para ambos es fundamental interactuar entre pares, para los segundos es relevante estar cerca del problema de estudio pues el análisis del contexto donde se desarrolla el nuevo conocimiento tiene mucho de tácito. La relevancia del estar-ahí. Lo tácito, en consecuencia, no es solo relevante en lo grupal pero muy importante también en lo geográfico.

Así, la dimensión de lo tácito del conocimiento resulta fundamental tenerla en consideración cuando se analizan los instrumentos de apoyo al fomento científico, tecnológico y también productivo. Las masas críticas son relevantes, lo mismo el trabajo asociativo. Pero sin duda la ubicación geográfica puede ser muy determinante cuando se busca acelerar el proceso de generación de nuevo conocimiento en nuestro país.

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