Empresas en deuda con el liderazgo innovador
Gina Ocqueteau Emprendedora
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Gina Ocqueteau
Suele ser frecuente que quienes ocupan puestos de gerencia o liderazgo dentro de las empresas sean los que entreguen feedback e indiquen a sus equipos oportunidades de mejora. Muy pocas veces la situación se da al revés. Por eso es interesante analizar los resultados de un reciente estudio realizado por la consultora global Spencer Stuart en conjunto con Cadem, para saber qué piensan los trabajadores chilenos sobre sus líderes en el ámbito laboral.
La investigación indagó en la capacidad de los líderes en áreas como innovación y liderazgo del cambio; gestión de personas; colaboración y sustentabilidad; integridad, diversidad, foco en resultados; estrategia y visión a largo plazo; conexión de la empresa con la sociedad y optimismo. Son varios los puntos que llaman la atención, y el primero es que sólo una de cada cinco jefaturas obtiene resultados sobresalientes en todas las materias analizadas.
“Falta delinear planes de acción que incorporen a la innovación en la estrategia de crecimiento de las empresas y donde participen todas las áreas, para que así se vuelva orgánicamente parte de la estrategia del negocio”.
En lo referente a la innovación y liderazgo del cambio, un 76% de los encuestados dice que sus líderes “comunican, apoyan el cambio y están abiertos a la innovación”, pero cuando se les preguntó sobre si éstos influyen en toda la organización en el cambio y la innovación, o si destacan y desafían a sus equipos para impulsar el riesgo y la innovación, sólo un 25% percibe que es algo que sus superiores efectivamente hacen. Además, la creación y la innovación parecen tener mayor desarrollo en las grandes empresas, las cuales marcan entre 10 y 15 puntos más que las pequeñas.
Estas cifras nos hablan en primer lugar de un Chile que cambió, que es capaz de cuestionar la labor de las gerencias y apuntar a los aspectos que considera que no se están cumpliendo como deberían. Por otra parte, abre la oportunidad para que los nuevos liderazgos incorporen dentro de su esfera mayores niveles de innovación que no se queden únicamente en el discurso, sino que pasen a la acción, sean rápidamente incluidos dentro de la gestión y reflejen el cambio que los equipos desean ver.
Es cierto que en los últimos años hemos asociado los atributos de liderazgo e innovación mayormente con el mundo de las startups y el emprendimiento, pero en realidad son valores que toda empresa debería buscar y promover, sin importar su rubro o tamaño.
Creo que los líderes chilenos tienen claridad en la idea de que innovar, o cambiar el modo tradicional de hacer las cosas, es algo clave para la subsistencia de cualquier organización. Pero, aunque muchos lo entiendan conceptualmente, falta delinear planes de acción que incorporen a la innovación en la estrategia de crecimiento de la compañía y donde participen todas las áreas de la misma, para que así se vuelva orgánicamente parte del “core” y la estrategia del negocio.
Por último, ningún proceso de innovación surge solo ni espontáneamente. Se necesita de los mencionados liderazgos, además de compromiso y visión de largo plazo para que una empresa pueda llevar a cabo estos procesos y cuente con un equipo de colaboradores convencidos de que lo que están presenciando va mucho más allá de las buenas intenciones y es parte de una transformación de la que se sienten llamados a ser parte.