DF Conexión a China | China le advierte a Occidente sobre la “supervivencia del más fuerte”
Joe Leahy y Thomas Hale © 2024 The Financial Times Ltd.
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Joe Leahy y Thomas Hale
Los datos del producto interno bruto (PIB) del primer trimestre de China han mostrado claramente los efectos de la apuesta del presidente Xi Jinping de que un auge del sector manufacturero puede ayudar a la segunda economía mundial a superar una prolongada depresión del mercado inmobiliario.
La Oficina Nacional de Estadística reportó un aumento del 6,1% en la producción industrial y casi un 10% en la inversión manufacturera, lo que ayudó a reforzar un indicador mejor de lo esperado de un crecimiento interanual del PIB del 5,3% para los tres primeros meses de 2024.
“Mientras el sector manufacturero impulsa la economía china, sus socios comerciales temen que el auge de la manufactura provoque una crisis de suministro, después de que los datos del primer trimestre confirmaran la estrategia industrial de Xi”.
Pero con la caída de dos dígitos de las ventas inmobiliarias, los analistas cuestionaron si la concentración de los responsables políticos en estimular la oferta en lugar de la demanda interna resultaría un plan sostenible para una economía que sufre la baja confianza de consumidores e inversionistas y presiones deflacionistas.
Xi, que enfrenta tres años de caída del mercado inmobiliario —que en su momento representó un tercio de la actividad económica— y con muchos gobiernos locales agobiados por la deuda, espera que el impulso a la inversión en la manufactura mantenga el crecimiento de la economía hasta que se estabilice la demanda interna, según los analistas.
El gobierno, enfocado en la producción de gama alta de vehículos eléctricos, paneles solares y baterías, está implementando programas de subvenciones nacionales para que las compañías mejoren sus equipos y para que los consumidores compren nuevos coches y electrodomésticos.
Pero a los socios comerciales de China les preocupa que el énfasis en la producción manufacturera por encima de la demanda interna pueda producir otra “crisis de suministro” para los mercados mundiales similar a la de 2015 a 2016, cuando el exceso de capacidad siderúrgica se desbordó a nivel mundial tras la desaceleración de la economía del país.
Para rebatir estos argumentos, los funcionarios chinos afirman que las industrias ecológicas chinas, que se han beneficiado de amplias subvenciones y de la protección del gobierno, son el resultado de las “fuerzas del mercado”.
Tras recibir al Canciller alemán Olaf Scholz ante el Gran Salón del Pueblo de Beijing, el primer ministro chino Li Qiang sermoneó a su invitado sobre economía básica.
“Una producción moderada que supere la demanda favorece la plena competencia y la supervivencia del más fuerte”, dijo Li, respondiendo a las preocupaciones de la Unión Europea (UE) de que China planeaba hacer un “dumping” —la exportación de productos debajo del costo de producción— del exceso de producción de vehículos eléctricos. “La capacidad de producción de alta calidad que sigue aportando la industria china de las nuevas energías contribuirá de manera muy importante al desarrollo ecológico mundial”.
Según los analistas, el crecimiento nominal del PIB no ajustado a la inflación fue apenas del 4,2%. Esto significa que el deflactor del PIB —la medida más amplia del movimiento de los precios en la economía— se mantuvo en terreno deflacionista, otra señal del exceso de capacidad de la economía.
El coeficiente de utilización industrial de China, un parámetro de la producción real en comparación con la producción potencial, cayó a alrededor del 74% en el primer trimestre, el más débil desde el tercer trimestre de 2016, excluyendo el período en que estalló la pandemia de Covid-19 en 2020, según Citi.
El sector inmobiliario siguió siendo un lastre durante el primer trimestre, con una caída interanual de las ventas del 19,4% en términos de superficie y del 27,6% en términos de valor. En marzo, las ventas minoristas también se moderaron en comparación con enero y febrero.
La mayoría de los economistas cree que el auge de la manufactura, junto a la inversión en infraestructuras y otras medidas de estímulo, podría elevar el crecimiento del PIB hasta el objetivo del 5% fijado por el gobierno para este año.
El aumento del proteccionismo en los mercados desarrollados también tardará en surtir efecto, y las compañías chinas han demostrado su habilidad para evitar los aranceles canalizando las mercancías a través de otros mercados. Sin embargo, dado que se espera que el sector inmobiliario siga siendo débil en 2025, Beijing podría tener que fijar un objetivo de PIB más bajo el próximo año.