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De intervenciones cambiarias

Andrés Pérez Economista jefe de Banco Itaú

Por: Andrés Pérez | Publicado: Viernes 1 de julio de 2022 a las 04:00 hrs.
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Andrés Pérez

El alza que ha tenido el dólar este año se acentuó particularmente desde que la Fed señalizó un retiro más rápido del extraordinario estímulo de política monetaria. Con ello, condiciones financieras globales más restrictivas han aumentado la probabilidad de una recesión global, panorama que afecta con más fuerza a ciertas materias primas, entre las que está el cobre (cerca de 19% desde su máximo mensual). Así, se han depreciado las monedas de economías emergentes, especialmente el peso chileno.

En este contexto, cabe recordar que la libre flotación cambiaria es una política fundamental de nuestro marco de política macroeconómica que contribuye al ajuste de la economía a los distintos tipos de choques que enfrentamos en el tiempo. Por cierto, la flotación complementa el esquema de metas de inflación del Banco Central de Chile. Eso explica que intervenciones en el mercado cambiario no sean frecuentes. Desde 1999, el Instituto Emisor sólo lo ha hecho en cinco circunstancias excepcionales. La más reciente fue a fines de 2019.

“Tras la venta de US$ 5.000 millones por parte de Hacienda no quedarán muchas más municiones ante nuevos episodios globales de aversión al riesgo o mayor tensión local. Los fondos soberanos no fueron diseñados para realizar intervenciones cambiarias”.

Al momento en que escribo esta columna, las autoridades del Banco Central han correctamente afirmado que no existen las condiciones para intervenir, debido a que la dinámica reciente del peso responde principalmente a factores globales.

Dicho ello, el Ministerio de Hacienda también puede actuar en el mercado cambiario, considerando que suele tener una posición superavitaria en dólares que debe vender para financiar gasto en pesos. A fines de la semana pasada, esa cartera anunció que liquidará hasta US$ 5 mil millones en dos meses, con un máximo de US$ 200 millones diarios.

¿Raro? No tanto. Durante 2020 y 2021, Hacienda fue un actor particularmente relevante en el mercado cambiario spot, subastando a través de una plataforma de amplio uso un total cercano a US$ 19 mil millones y US$ 34 mil millones respectivamente. Estimo que en un año normal vendía en promedio entre US$ 5-6 mil millones. Este año ha tenido una participación menor, con ventas por US$ 1.120 millones durante las primeras semanas de enero, tras lo cual se había ausentado hasta esta semana. Cabe precisar que las ventas en 2020 y 2021 se realizaron a partir del extraordinario nivel del gasto fiscal necesario a financiar, no como una intervención cambiaria.

El programa de venta de dólares se financiaría a través de saldos en dólares en la caja fiscal, que son resultado del alto nivel del cobre a la fecha. Como consecuencia del anuncio, no cabe duda de que en adelante surgirán nuevas presiones a Hacienda para influenciar la dinámica cambiaria.

Tras la venta de estos US$ 5.000 millones no quedarán muchas más municiones para enfrentar nuevos episodios globales de aversión al riesgo y/o de mayor tensión local. Los fondos soberanos no fueron diseñados para realizar intervenciones cambiarias. Como era esperable, el programa de venta de activos entregó un breve respiro al peso, con un impacto acotado y transitorio, toda vez que los factores globales seguirán dominando.

Más allá de los factores globales que seguirán primando en la dinámica cambiaria, la incertidumbre política local sigue siendo un factor clave. Es necesario y conveniente acotar los focos de incertidumbre, en la medida de lo posible, y buscar consensos amplios. Presumo que avanzar en acuerdos económicos de amplio alcance en temas tributarios, pensiones y el mercado laboral, entre otros, generarían más confianza en nuestra moneda que una intervención cambiaria.

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