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Columnistas

Cooperativas, un modelo versátil

Raúl Novoa

Por: Equipo DF

Publicado: Miércoles 21 de enero de 2015 a las 05:00 hrs.

A propósito de la reforma educacional que promueve el Gobierno, y uno de cuyos aspectos se discute hoy en el Congreso Nacional, algunos parlamentarios han planteado la posibilidad de que los profesores y docentes se organicen como cooperativas de trabajo. Tras esta figura, podrían ser sostenedores de establecimientos educacionales y cumplir la función docente, de primera importancia nacional, contribuyendo a ella a través de este modelo empresarial, que se caracteriza por no poseer objetivos de lucro.


Hemos sostenido, reiteradamente, que el modelo cooperativo es una alternativa solidaria, democrática y que no persigue fines de lucro, y que bien puede, como lo demuestra la evidencia empírica, desarrollar giros que hoy día en el país, sin razón técnica alguna, están reservados por ley, a otro modelo organizacional, como es la sociedad anónima. Nos referimos, por vía de ejemplo, a los bancos, administradoras de Fondos de Pensiones, compañías de Seguro, etc.


Nadie podría discutir el aporte que la sociedad anónima ha permitido al desarrollo y prosperidad de las naciones. Sin embargo, el principio de un voto por acción trae aparejado un poder de control que ha posibilitado la acumulación de capitales; ello, junto al vertiginoso avance del mercado de capitales, cada vez más sofisticado, pero nunca exento del riesgo de fracaso o de la codicia que se ha visto en casos determinados, ha implicado algunas estruendosas caídas de negocios.


Pero la historia del movimiento cooperativo, casi tan antiguo como la sociedad anónima, y tampoco exento de fracasos, y significativamente menos expuesto a la codicia por su naturaleza, ha demostrado una gran eficiencia y aporte al bien común social, como lo prueba su contribución al desarrollo de Europa Occidental y de los Estados Unidos de América.


En Chile mismo, muchas cooperativas de distintos giros, se lucen exitosamente en el ámbito social, por nombrar solo algunas, aquellas que constituyen el Foro Empresarial Cooperativo, como Conavicoop, Coopeuch, Colún, Capel, Creo y otras más, que representan un porcentaje no menor del PIB, a la vez que reparten sus remanentes entre sus socios, quienes detentan solo un voto en las decisiones políticas, cualquiera sea el capital o cuotas de participación en él que posean.


Postulamos, entonces, la apertura de nuevos giros para el movimiento cooperativo, como los indicados, lo que producirá una gran competencia en el mercado, leal y abierta, que, al igual que lo ocurrido en diversas situaciones, producirá un mayor bienestar y riqueza nacional.


Desde esta perspectiva, es una gran iniciativa aquella que pretende promover el cooperativismo como una fórmula probada para sostener establecimientos educacionales, autogestionados por sus socios, quienes, bajo el amparo y principios cooperativos, aspirarían a vivir de su trabajo y mejorar sus condiciones de vida, si una prudente y eficiente administración se los permite, a la par que cumplen correctamente con la función educacional.

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