Apostando contra el cambio climático: propuestas para un futuro sostenible
ALEX GODOY Académico UDD, miembro del Comité Científico en Cambio Climático MInCyt
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ALEX GODOY
A lo largo de mi trayectoria profesional, he dedicado mi vida al estudio de las ciencias de sostenibilidad y la ingeniería, por lo que he cultivado una perspectiva técnica y científica que me lleva a evaluar diversas situaciones desde un enfoque analítico. Sin embargo, me inquieta profundamente la percepción de que nuestro país aún tiene un largo camino por recorrer en la búsqueda de soluciones adecuadas frente a los desafíos que plantea el cambio climático.
Recientemente, conmemoramos un nuevo Día Mundial contra el Cambio Climático, y me atrevo a afirmar que, si no intensificamos nuestros esfuerzos, enfrentaremos eventos de alto impacto económico y externalidades negativas, como racionamientos de agua o desastres ambientales, mucho antes de lo anticipado.
“Resulta urgente establecer reglamentos que regulen el reúso de agua para mejorar la accesibilidad hídrica para el consumo humano y fomentar una legislación que incentive proyectos de reforestación y restauración de ecosistemas”.
Estoy convencido de que debemos hacer todo lo posible para evitar que tales pronósticos se materialicen. Hay tres áreas fundamentales en las que Chile debe actuar con celeridad para minimizar que estas predicciones se conviertan en realidad.
En primer lugar, es imperativo avanzar en la implementación de infraestructura hídrica verde de mayor calidad y cantidad, fomentando la creatividad y aprovechando las nuevas tecnologías y las mejores prácticas internacionales.
Me refiero a estrategias como la infiltración de agua en suelos, el fortalecimiento de la reforestación, la promoción del reúso de aguas depuradas y la aplicación de inteligencia artificial en herramientas que nos permitan monitorear el consumo de agua en la población.
En segundo lugar, es necesario mejorar la gestión de la demanda hídrica y replantear el consumo de agua en nuestras ciudades. Aunque se ha avanzado considerablemente en paisajismo, estos principios deben ser ampliados a nivel regional, integrando la construcción de parques, jardines y conjuntos habitacionales que incluyan directrices para el reúso de agua para riego.
Asimismo, es crucial abordar el problema de las filtraciones de agua potable en las viviendas, tanto en las construcciones recientes como en aquellas más antiguas.
Por último, en el ámbito regulatorio existen numerosos temas pendientes. Resulta urgente establecer reglamentos que regulen el reúso de agua, ya que esta puede ser una herramienta clave para mejorar la accesibilidad hídrica para el consumo humano, así como fomentar legislación que incentive proyectos de reforestación y restauración de ecosistemas.
Además, es el momento de reconsiderar y ser más innovadores en lo referente al modelo tarifario acorde a las incertidumbres generadas por el cambio climático. Si bien actualmente contamos con un sistema que ha sido reconocido como un buen ejemplo a nivel continental, especialmente en términos de inversiones y servicios, aún persiste un modelo que penaliza el sobreconsumo sin recompensar la eficiencia.
Propuestas como la implementación de incentivos por reducción de consumo o la instalación de sistemas de reúso de agua son alternativas viables que podrían ejecutarse en el mediano plazo. Quizá de forma similar al fomento en eficiencia energética que tanto nos costó impulsar.
Disponemos de un amplio abanico de herramientas e ideas que, fundamentadas en la ciencia, son recomendables para Santiago y nuestras grandes ciudades. Es fundamental recordarlas, para que nuestra inacción no nos lleve a enfrentar consecuencias adversas que podrían resultar en la pérdida de nuestra apuesta por un futuro sostenible.