Sartor tras fallida compra de Azul Azul a Heller: “Se perdió una gran oportunidad" para el club deportivo
En el frente de deuda privada, la firma avanza a paso firma a mover su fondo internacional a Luxemburgo en el próximo mes.
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Varios giros y vueltas ha tenido la compra de la participación del empresario Carlos Heller en Azul Azul, desde que un grupo de inversionistas extranjeros agrupados en un fondo privado estructurado por Sartor Finance Group hizo una oferta por éstas.
Tras firmar un acuerdo entre el controlador de la concesionaria del equipo de fútbol de la Universidad de Chile, de cara a una OPA (oferta pública de adquisición de acciones) por parte del fondo privado, finalmente Heller echó pie atrás porque desconocía a los aportantes y futuros dueños de la "U".
Después de que la parte vendedora firmara el acuerdo en julio, el 5 de septiembre era la fecha final el contrato de compraventa, que se prorrogó hasta al 25 del mismo mes.
Pero el plazo no se cumplió, lo que generó molestias en los inversionistas extranjeros detrás de la frustrada operación, según explica el director ejecutivo y socio de Sartor, Pedro Pablo Larraín. "Los americanos están un poco sentidos, para ser franco, por la situación. No esperaban enterarse por la prensa de este tipo de cosas", comenta.
Hasta el momento, no han obtenido una respuesta de Heller. "Nosotros lo damos por finalizado este proceso", agrega.
Para Larraín, "se perdió una gran oportunidad" para el club deportivo, considerando que los inversionistas tenían ambiciosos planes para el plantel azul. Esto incluía una fuerte inversión, pago de deudas y una inyección de capital de US$ 25 millones en cinco años –US$ 5 millones de los cuales se iban a invertir en el primer año–, además de potenciar el fútbol femenino y los cadetes de la "U".
Sobre el origen de la caída del negocio, el ejecutivo de Sartor no responsabiliza a Heller. "Fue realmente mal asesorado, por gente que no tenía los intereses del club en mente", comenta.
Si bien el contrato firmado consideraba cláusulas de indemnización, Larraín señala que no se están estudiando tomar medidas legales por el arrepentimiento del controlador de Azul Azul.
Internacionalización
Con esto, se cayó el proyecto de primera incursión en las inversiones de private equity de Sartor, pero en el frente de la deuda privada, la firma está ya en la recta final de su plan de internacionalización.
Recientemente, Sartor realizó la primera transacción cross-border de facturas peruanas, luego de que la Bolsa de Productos consiguiera el visto bueno regulatorio para custodiar este tipo de instrumentos. Estas facturas están destinadas al fondo de inversión Sartor Táctico Internacional.
Este vehículo es la pieza clave de la estrategia de internacionalización de la boutique financiera. Esto, porque ya están afinando los detalles finales para domiciliar el fondo en Luxemburgo, con miras a darle acceso internacional a clientes latinoamericanos y de paso captar nuevos capitales en el extranjero.
Con los vistos buenos regulatorios listos, la expectativa es que esta movida –apalancada en la administradora de fondos luxemburguesa Adepa Asset Management– se concrete durante la primera quincena de noviembre.
El fondo maneja en torno a US$ 20 millones actualmente, y Sartor espera que cierre el próximo año con un patrimonio de alrededor de US$ 40 millones. Además, una vez que el cambio de domicilio del vehículo se concrete, el fondo listado en Chile quedará como un feeder fund.
La estrategia del vehículo es mixta. La cartera contiene financiamiento con garantías de póliza de seguros, financiamiento con garantía en activos reales –principalmente en el Reino Unido– y facturas latinoamericanas. Además de Perú, la firma apunta a lanzarse a captar facturas a Colombia el próximo año.