Las caídas con las que concluyó 2014 se han acelerado en el inicio de 2015. El mercado daba por hecho que el Banco Central Europeo pondría en marcha un nuevo programa de compra de deuda soberana. Y para despejar aún más dudas, nada más iniciarse el año Mario Draghi ha insistido en esta opción.
El propio presidente del BCE añadía en una entrevista al diario alemán Handelsblatt que el QE podría ponerse en marcha a comienzos de este mismo año, en línea con las expectativas del mercado, que prevé su lanzamiento en el primer trimestre del año. La próxima reunión del BCE tendrá lugar el 22 de enero, en la misma semana que las elecciones anticipadas en Grecia.
Al más que previsible QE en la eurozona se suman las alertas políticas y financieras en Grecia, y el acelerón del crecimiento económico en Estados Unidos, lo que podría llevar a la Reserva Federal a adelantar su anunciada subida de tipos.
El resultado son nuevos descensos del euro, una de las más claras apuestas bajistas de las firmas de inversión para 2015. La divisa comunitaria ha iniciado la jornada con pérdidas superiores al punto porcentual frente al dólar. En su desplome ha tocado los 1,186 dólares, sus cotas más bajas desde marzo de 2006.
Después de renovar sus mínimos al inicio de la jornada, el euro frena su caída y recupera los US$ 1,19.
La prensa alemana insinúa incluso que la canciller alemana, Angela Merkel, está dispuesta a aceptar la salida de Grecia de la zona euro, si finalmente las elecciones anticipadas del 25 de enero otorgan la victoria a Syriza, contrario a las medidas incluidas en los rescates.