OPEP envía precio de petróleo a mínimos de casi seis años
El crudo WTI cerró ayer en US$ 45,97 el barril y el Brent cayó a US$ 45,09, ambos valores no vistos desde inicios de 2009.
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El precio del crudo sigue cayendo en picada. El barril de Brent y el crudo West Texas (WTI) tocaron ayer mínimos de casi seis años en un mercado preparado para mayores caídas en la medida que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantiene su decisión de no recortar la producción para frenar el exceso de suministro.
El ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail bin Mohamed al Mazrui, aseguró ayer que la OPEP no cambiará su estrategia de producción y que un repunte repentino de los precios es poco probable, consignó Reuters.
"La estrategia no va a cambiar", declaró el ministro en una conferencia de energía en Abu Dabi. Al no ajustar la producción, "le estamos diciendo a los mercados y otros productores que tienen que ser racionales y, como la OPEP, tienen que mirar el crecimiento en el mercado internacional del petróleo".
El barril de crudo WTI, de referencia en Estados Unidos y Chile, cerró ayer en US$ 45,97 por barril, mínimo desde abril de 2009. El Brent, de referencia en Europa, bajó hasta US$ 45,09, su menor nivel desde marzo de 2009.
El ministro emiratí dijo que no sólo no recortarán la producción, sino que aumentarán su capacidad para alcanzar los 3,5 millones de barriles diarios en 2017, frente a los 3 millones actuales.
Corregir producción de shale
"Hemos visto un exceso de oferta proveniente del petróleo de esquisto y que necesita ser corregida", aseguró Mazrui.
Según el ministro, el petróleo shale añade 4 millones de barriles diarios al mercado "y se prevén otros 4 millones diarios suplementarios en 2020". Sin embargo, "esta producción no podría asegurarse a los precios actuales", consideró en referencia a que con la caída de precios la producción de esquisto será la primera en contenerse al diluirse su rentabilidad.
El precio del crudo ha caído 60% desde el máximo alcanzado en junio de 2014, arrastrado por la creciente producción, particularmente de petróleo no convencional en Estados Unidos, y una demanda más débil de lo previsto en Europa y Asia.