Bolsas chinas entran en situación de "mercado bajista" a medida que aumentan los riesgos geopolíticos

Las bolsas chinas cayeron por quinto día consecutivo, empujando a un índice de referencia clave a situación de "mercado bajista", mientras las tensiones geopolíticas aumentan antes de la toma de posesión de Donald Trump, en Estados Unidos.

El índice MSCI China cayó 1,5% este viernes, llevando su retroceso desde su último peak, el 7 de octubre, a cerca del 20%, lo que se conoce como "bear market" o mercado bajista. El índice CSI 300 de acciones chinas en el territorio nacional bajó 1,3% y ha perdido más del 5% en el nuevo año.

Las bolsas han comenzado 2025 con mal pie a medida que los inversores se preparan para mayores aranceles que pueden profundizar la desaceleración económica de China. Estados Unidos incluyó esta semana a Tencent Holdings y Contemporary Amperex Technology en su lista negra por presuntos vínculos con el ejército chino, mientras que la administración Biden está considerando otra ronda de restricciones a la exportación de chips de Inteligencia Artificial. Las medidas han reavivado los temores de que las tensiones solo empeorarán con el presidente entrante de EEUU.

"Refleja las numerosas incertidumbres que existen con el debilitamiento de las cifras macroeconómicas, la toma de posesión de Trump, la presión cambiaria debido a la fortaleza del dólar estadounidense y una pausa en el estímulo", dijo Xin-Yao Ng, director de inversiones de abrdn Plc., con sede en Singapur. "Creo que el dinero rápido podría mantenerse alejado en el primer trimestre y esperar a que las cosas estén más claras, especialmente los aranceles de Trump".

Decepción por estímulo

Un sorpresivo repunte de las acciones chinas a finales del año pasado perdió fuerza cuando las esperanzas de los inversores de un estímulo fiscal más contundente no dieron frutos. Si bien las autoridades han seguido implementando nuevas medidas de apoyo, han sido poco sistemáticas y muy por debajo de las expectativas del mercado.

El pesimismo sobre una economía sumida en una crisis inmobiliaria y presiones deflacionarias ha continuado. La inflación al consumidor de China se debilitó aún más hasta llegar a cero en diciembre, desacelerándose por cuarto mes consecutivo en un revés para el intento del gobierno de aumentar la demanda.

En sus últimos esfuerzos, las autoridades revelaron planes para subsidiar más productos de consumo e impulsar la financiación para mejoras de equipos industriales. El banco central también reiteró su compromiso de reducir las tasas de interés y el coeficiente de reservas obligatorias para los bancos “en el momento apropiado” para promover el crecimiento. 

Faltan catalizadores positivos para el mercado, dada la probable pausa en los anuncios políticos importantes hasta la llamada reunión legislativa anual de dos sesiones de China en marzo.