Banca reporta ganancias por sobre los US$ 4.500 millones, pero efectos de la desaceleración comienzan a ser notorios
El regulador hizo ver que en septiembre hubo “una caída en el resultado financiero neto y la disminución de los ingresos netos por comisiones”, respecto al mes anterior.
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La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó durante la mañana del jueves los resultados de la industria bancaria al término de septiembre. El sistema registró utilidades durante septiembre de US$ 461 millones, anotando un salto interanual de 24,9%. La banca tuvo hace un año ganancias mensuales de US$ 369 millones.
A pesar de este dato, el regulador aclaró que los resultados retrocedieron un 6% respecto del mes anterior, explicado, “principalmente, por mayores gastos por concepto de impuestos, una caída en el resultado financiero neto y la disminución de los ingresos netos por comisiones. Lo anterior, contrarrestado en gran medida por un mayor margen de intereses y reajustes”.
El resultado acumulado del sector entre enero y septiembre es de US$ 4.502 millones, alcanzando un crecimiento respecto a 2021 de 41,9%. Los números alcanzados al noveno mes del año son la cifra más alta en los registros de la industria.
La Comisión aclaró que estas ganancias se dieron “por un mayor margen de intereses y reajustes, atenuado por un incremento en el gasto por pérdidas crediticias”.
Los analistas han explicado que el principal impulsor de resultados en el sector bancario es el impacto de la inflación en los márgenes de interés, contrarrestando el efecto negativo de las mayores alzas en la tasa de política monetaria.
No obstantes, los mismos agentes advierten que de cara al próximo año que se desarrollaría bajo expectativas de una menor inflación, y se debería observar márgenes de interés comprimidos durante el próximo año, junto a alzas contenidas en el gasto en provisiones, luego de las provisiones adicionales realizadas por los bancos a la fecha.
Caída crediticia
La actividad crediticia refleja el difícil escenario económico que está experimentando el país. La Asociación de Bancos (ABIF) reportó en base a las cifras del regulador que el préstamo bancario no crece, de hecho no hubo variación en el flujo durante tercer trimestre respecto al año anterior.
A nivel de carteras, los nuevos créditos comerciales aumentaron 9% en 12 meses, los créditos de consumo en cuotas bajaron 11% y los créditos hipotecarios anotaron una contracción de 45%.
Al momento de analizar por cartera, en lo que corresponde a crédito comercial, el impulso se debió a los colocaciones a grandes empresas puesto que el saldo de préstamos a Mipyme cayó un 12,2% anual a septiembre.
La ABIF hizo ver que la contracción del crédito a Mipyme “es más evidente al analizar el flujo de operaciones a este segmento, el cual registra entre enero y julio una contracción de 52% en comparación con igual periodo del año 2021, y con flujos trimestrales muy inferiores a los observados antes de la pandemia”.
El gremio explicó que “esta situación es coherente con una demanda crediticia más débil, explicada principalmente por una menor inversión en activos físicos fijos, al tiempo que las condiciones de oferta se mantienen restrictivas, debido al entorno económico y sus perspectivas así como el riesgo de la cartera de clientes”.
Las colocaciones de consumo continuaron mostrando un bajo dinamismo. En el tercer trimestre se otorgaron nuevos créditos en cuotas por un valor de US$ 781 millones al mes, un 11% menos que en el período equivalente del año anterior.
Mercado inmobiliario
El flujo de colocaciones hipotecarias mantiene por noveno mes consecutivo una contracción anual. En el tercer trimestre de 2022 el monto colocado fue un 45% inferior en comparación con igual período del año pasado, alcanzando un promedio mensual de US$ 623 millones.
La ABIF indicó que “la lenta actividad crediticia en el segmento hipotecario se explica principalmente por una menor demanda, y se enmarca en un contexto complejo para el mercado inmobiliario”.
El gremio que es presidido por José Manuel Mena analizó el mercado inmobiliario y recordó el importante avance que ha habido en el mercado hipotecario en Chile, que se multiplicó por más de tres veces en los últimos 25 años y alcanzó más de 27 puntos porcentuales del PIB.
Destacaron que estas cifras “han permitido que al menos 2,4 millones de hogares adquirieron su vivienda vía financiamiento bancario”.
La banca hizo ver que “las perspectivas del sector son complejas, dada la confluencia de diferentes factores que afectan simultáneamente el acceso”.
Argumentaron como primer elemento a tener en cuentas es que “los precios de las viviendas han mostrado un sostenido avance en los últimos años”.
En segundo lugar, dijeron que “el mercado de capitales ha sufrido en los últimos dos años un deterioro relevante, lo que sumado a un entorno inflacionario, ha generado un importante aumento en las tasas de interés de la economía”.
Finalmente, mencionaron que “el escenario económico esperado es negativo, afectando así la generación de ingreso y ahorro de los hogares, donde cabe señalar que el ahorro agregado de Chile es bajo y sufrió una importante contracción en los últimos años”.
Por ello, hicieron ver que todo lo anterior “se traduce en una menor asequibilidad de la vivienda, es decir, actualmente es más difícil acceder a la casa propia, donde un factor común a estos elementos es que se deben diseñar medidas y políticas de largo plazo”.
Dado este contexto, la ABIF hizo un llamado: “Los desafíos actuales del mercado inmobiliario deben abordarse con una mirada a mediano y largo plazo y con un trabajo coordinado de todos sus actores, identificando aspectos a mejorar asociados a los elementos que lo componen -crédito hipotecario, mercado de arriendos, planificación urbana, etc”.