Fitch reafirmó la calificación soberana de Brasil de “BBB” con perspectiva “estable”. En un comunicado, la agencia aseguró que la puntuación de riesgo refleja la diversidad de la economía del país y su capacidad para absorber los choques.
En el lado negativo, llamó la atención sobre el débil crecimiento del país, la elevada inflación y el deterioro fiscal. Fitch prevé que el crecimiento de Brasil será de alrededor de un 2% entre 2014 y 2016.
En el escenario fiscal, la agencia señaló que las cuentas empeoraron, como se ve por la caída en el superávit primario. “Esto demuestra la necesidad del gobierno para controlar el gasto, sobre todo en un contexto de crecimiento económico moderado, lo que probablemente limitará una recuperación robusta en los ingresos fiscales”, dijo la agencia, que prevé que el déficit presupuestario podría superar 4% del PIB este año.
Fitch sostuvo que el próximo gobierno se enfrentará con el reto de hacer los ajustes económicos para reducir la inflación y fortalecer las finanzas públicas. “Sin importar el resultado, Fitch espera un endurecimiento de la política el próximo año, aunque el ritmo y el grado de ajuste y de reforma dependen del candidato electo y el tamaño de la coalición de gobierno”, declaró.
Según Fitch, tres factores simples o combinados podrían dar lugar a la revisión de la perspectiva a “negativa”: un deterioro de la política económica, causando vulnerabilidades financieras y macroeconómicas; débil crecimiento y un mayor deterioro fiscal, lo que afectaría la dinámica de la deuda; y un grave deterioro de las reservas internacionales del país o de la composición de la deuda.
Por otra parte, una revisión en la perspectiva a “positiva” podría ocurrir con altas tasas de inversión y de la trayectoria de crecimiento de la economía y la consolidación fiscal para ayudar a reducir la deuda pública.